Guerra contra el estancamiento, batalla para despertar la inflación, en suma, conseguir reavivar la economía real, pero sobre todo, protección ante la que se le viene encima a la economía del Reino Unido debido a los efectos del brexit o futuro divorcio del país de su pertenencia al club de la Unión Europea.
En otra medida histórica en los 322 años de historia del Banco de Inglaterra (BoE), el banco central que dirige Mark Carney anunció este jueves una bajada de tipos de interés -del 0,5% al 0,25%- y la ampliación de su programa global de recompra de deuda en 60.000 millones de libras, hasta 435.000 millones, es decir, más de medio billón de euros destinados a calmar las tensiones financieras.
Es el plan de la mayor autoridad económica de Reino Unido para contener los efectos del feroz brexit cinco semanas después del voto británico por la desconexión con la UE. Es la bala de plata de Mark Carney para romper la espiral de desconfianza empresarial e inversora en que se ha situado el país desde el pasado 23-J. Ya no son expectativas, sino hechos.
“Para la economía real, la debilidad a corto plazo de la demanda es probable que abra un margen de sobrecapacidad, incluyendo un eventual aumento del desempleo. En consonancia con esto, los estudios recientes de la actividad empresarial, la confianza y el optimismo sugieren que es probable que el Reino Unido vea un crecimiento del PIB escaso en la segunda mitad de este año”, señaló la institución en un comunicado posterior a la decisión de bajar los tipos.
Los nueve miembros del consejo del BoE votaron por unanimidad a favor de la decisión, aunque hace apenas tres semanas sólo uno de ellos defendió esa tesis. El vuelco en el análisis de los gobernadores tiene que ver con las expectativas de contracción y el aumento de la inflación derivado del desplome de la libra, que pierde un 10% de su valor frente al euro desde el 23-J.
"Tras el voto del Reino Unido para abandonar la Unión Europea, la divisa ha caído y las perspectivas de crecimiento a corto y medio plazo se ha debilitado notablemente. La caída de la libra esterlina es probable que empuje hacia arriba en la inflación del IPC en el corto plazo", añadió el banco central.
"La expansión del balance va más allá de nuestras expectativas e incluye medidas innovadoras para mitigar las potenciales consecuencias no deseadas de la relajación monetaria", dijo la agencia Fitch tras la decisión. Moody's considera que el programa de compras del BoE proporcionará un efecto sobre la liquidez "similar a los del BCE y podría impulsar una mayor emisión en libras a lo largo de la curva de rentabilidades".
El BoE considera que la medida ayudará a recortar el coste del endeudamiento de los hogares y las empresas. El Banco de Inglaterra se alinea así con el de Japón y el BCE a la hora de proseguir con el bombardeo de estímulos monetarios sobre las áreas de influencia de la libra, el yen y el euro.
En este sentido, un informe de BBVA ha puesto cifras a los efectos monetarias sobre la financiación empresarial. “Las medidas de política monetaria expansivas del BCE han contribuido a que el coste de la financiación bancaria de las empresas españolas haya caído un 18% en los últimos doce meses y un 45% en los últimos cuatro años. Las condiciones de acceso a la financiación bancaria han mejorado especialmente para las pymes, cuyo sobrecoste sobre las europeas es de sólo 28 puntos básicos”, apunta el informe elaborado junto al Instituto Valenciano de Investigaciones Económicas (IVIE).
El Ibex, índice british
El anuncio del Banco de Inglaterra no cogió por sorpresa a las bolsas, que reaccionaron con subidas. Sin embargo, si destacó el comportamiento de la Bolsa española, que subió un 1,5%, el triple que sus homólogas francesa o alemana, y en línea con el comportamiento del Ftse 100, el índice de referencia británico.
La explicación es clara: un tercio del peso bursátil del Ibex 35 está expuesto a Reino Unido como uno de sus principales mercados. Sólo para Banco Santander, Iberdrola y Telefónica representa un negocio conjunto anual de unos 23.400 millones de euros, el equivalente al 2,3% del PIB español.
La economía de la libra es para ellas entre el 12%, 14% y 30% de sus fuentes de ingresos. De hecho, la reacción al resultado del referéndum el pasado 24 de junio fue la peor posible: el barómetro bursátil español registró la mayor caída de su historia.
La City, como se conoce al pequeño 'país financiero' que reside en Londres, es uno de los principales centros de gravedad de los mercados bursátiles y la banca española. Es el resultado del asalto durante la última década de entidades como Banco Santander, que compró el Abbey National, Bradford & Bingley o Alliance & Leicester.
También Sabadell, que se hizo con el TSB de Lloyds. Son dos de los responsables de esa interconexión financiera tan elevada en entre el Reino Unido y España. En total, la banca española suma cerca de 500.000 millones de euros entre deuda pública, privada, seguros y derivados financieros.