El fondo soberano de Noruega (NBIM, por sus siglas en inglés) ha reforzado su inversión en la deuda pública española entre abril y junio, hasta los 45.507 millones de coronas (unos 4.914 millones de euros), un 8,1% más que el trimestre anterior, aunque un 2,6% menos que al cierre de 2015, según los datos presentados este miércoles por consejero delegado adjunto del NBIM, Trond Grande, quien dirige la toma de decisiones junto al primer ejecutivo, Yngve Slyngstad. España se ha convertido en destino preferente del dinero público de los noruegos, que superó los 151.737 millones de coronas (16.387 millones de euros) al cierre del año pasado.
En 2015, el fondo mantenía en cartera acciones de 80 empresas españolas y bonos de otras 38 entidades. El valor de sus participaciones en bolsa ascendía a 78.437 millones de coronas (unos 8.500 millones de euros), mientras que en renta fija española mantenía unos 73.300 millones de coronas (unos 7.953 millones), la mayor parte en los citados bonos del Tesoro Público (el 62% del total), aunque también posee posiciones relevantes en deuda autonómica como 134 millones en la Comunidad de Madrid o 45 millones en los emitidos por la Generalitat de Cataluña. El Tesoro se convirtió en el sexto emisor favorito de los noruegos por delante de Italia.
Pero la apuesta por la renta fija pública española no siempre ha sido así. En 2012, por ejemplo, cuando el mercado estuvo a punto de asistir a la quiebra de España y fue testigo de su rescate desde Bruselas, el fondo soberano noruego redujo drásticamente su inversión a apenas 568 millones de euros en total (diez veces menos que su posición actual) o en 2006, en vísperas del pinchazo inmobiliario en España, cuando su contador de deuda se puso a cero, según los datos del NBIM.
El NBIM pertenece a la jerarquía más alta del mundo financiero, la de aquellos inversores tan grandes y poderosos que son capaces de mover por sí solos un mercado. Es el fondo soberano de Noruega, el mayor del mundo de su clase y el más transparente, creado a modo de fondo estatal de reserva para ahorrar e invertir los ingentes ingresos de la producción petrolera y gasista del país. Su cartera de inversiones, supervisada por el Banco Central de Noruega, actual está valorada en 7,336 billones de coronas noruegas (797.000 millones de euros al cambio actual), diversificada entre la bolsa (60%), renta fija (35%) e inmuebles (5%) de 78 países.
Hoy más de 9.000 empresas en todo el mundo lo tienen como accionista y, de ellas, tan sólo 80 son españolas. Entre sus diez mayores posiciones, sólo la eléctrica Iberdrola y Banco Santander superan los 1.000 millones de euros. Por detrás se encuentra la textil Inditex, con 945 millones, y ya por debajo la operadora Telefónica y BBVA con 735 y 664 millones, respectivamente. Destaca asimismo la inversión de 285 millones que ha construido en la entidad semipública Bankia, o los 270 millones en la constructora Ferrovial.
Por otro lado, los responsables destacó la rápida recuperación de los mercados tras el desplome inicial como reacción a la victoria del 'brexit' en el referéndum del Reino Unido sobre la UE. "Tras un periodo de relativa estabilidad en los mercados al principio del trimestre, la decisión británica de abandonar la UE precipitó una aguda caída en Europa de la que los mercados se recuperaron con relativa rapidez, aunque con grandes diferencias entre sectores", declaró Trond Grande, consejero delegado adjunto de NBIM, que estuvo acompañado en la presentación por Egil Matsen, otro ejecutivo del fondo.
Vende sus ‘ladrillos’ en España
Pero junto a las cifras de inversión en acciones y bonos españoles, España también ha ocupado un papel protagonista en el apartado de inversión inmobiliaria. Según detalló Trond Grande en su presentación, el fondo deshizo en el segundo trimestre su única inversión conocida en nuestro país. Fue en 2014 cuando el fondo noruego invirtió en varios centros logísticos en España tras su alianza con la firma especializada Prologis.
Los noruegos compraron al fondo inmobiliario de Morgan Stanley y ahora han vendido estos activos al fondo especializado GreenOak Real State por unos 244 millones de coronas (25 millones de euros). Su entrada y salida del subsector logístico (naves industriales) en España contrasta con su falta de presencia en grandes propiedades y edificios emblemáticos, actividad que ha centrado, sobre todo, en Londres y París.
Sin embargo, el gigante nórdico ha aparecido como potencial candidato comprador en algunas de las grandes operaciones del último año, como la venta de Torre Espacio o Diagonal Mar. La próxima gran propiedad en salir a subastar es la Torre Cepsa, propiedad de Bankia y por la que puja Amancio Ortega, otro inversor con la cartera repleta de billetes.