La Reserva Federal (Fed) ha subido los tipos de interés por primera vez en un año y por segunda vez en una década. El incremento ha sido de 25 puntos básicos, con lo que pasan de una horquilla entre el 0,25-0,5% hasta otra entre el 0,5-0,75%. La entidad llevaba meses preparando este incremento, pero no se había animado a hacerlo hasta ahora, una vez que han pasado las elecciones en EEUU. Todos los miembros de la entidad votaron a favor de esta subida de tipos.
La entidad presidida por Janet Yellen argumenta esta subida de tipos en la mejoría de la evolución económica, que ha llevado a la entidad a mejorar su cuadro de previsiones. Para 2016, 2017 y 2019 ha mejorado en una décima cada año su previsión de crecimiento del PIB. Este año avanzará un 1,9% y en 2017 lo hará en un 2,1%. De cumplirse estas previsiones, la economía estadounidense avanzará a un ritmo superior a su crecimiento potencial de largo plazo, lo que refleja el buen momento con el que está acabando el año.
Este ritmo positivo de la actividad en EEUU se refleja en la buena evolución del mercado laboral, que sigue aproximándose al nivel de pleno empleo. La Fed ha rebajado en una décima su estimación de la tasa de paro para este año respecto a su previsión de septiembre, hasta el 4,7% y en otra décima para 2017, hasta el 4,5%.
En vista de los datos y la expectativa de las condiciones del mercado laboral y la inflación, el Comité ha decidido subir los tipos de interés
"En vista de los datos y la expectativa de las condiciones del mercado laboral y la inflación, el Comité ha decidido subir los tipos de interés", ha señalado la entidad en el comunicado posterior a la decisión de tipos. En cualquier caso, la política monetaria "sigue siendo acomodaticia, lo que apoyará un fortalecimiento de las condiciones del mercado laboral y el retorno de la inflación al 2%".
La normalización
Este buen ritmo de la economía estadounidense permitirá realizar otras tres subidas de tipos en 2017, o esto es lo que estiman los miembros del Comité Federal de Mercados Abiertos (FOMC), que es el organismo que determina los tipos de interés en el país. En concreto, para el próximo año anticipan tres subidas de tipos de 25 puntos básicos cada una, hasta dejar el precio del dinero en una horquilla entre el 0,25 y el 1,5%. Hasta septiembre consideraban que se subirían los tipos solo en dos ocasiones, por lo que también aquí se ve reflejada la buena evolución de la economía.
Este ritmo más intenso de normalización de la política monetaria no responde al efecto Trump que han apuntado algunos expertos. Hay economistas que consideran que la política fiscal expansiva que pondrá en marcha el futuro presidente de EEUU podría acelerar la inflación, lo que obligaría a la Reserva Federal a actuar contra este movimiento. Sin embargo, los miembros de la Fed creen que la inflación está controlada: prevén que avance hasta el 1,9% en 2017 y que se estabilice en el 2% a partir de 2018. Yellen ha explicado que "algunos participantes [del FOMC] incorporaron a sus proyecciones algún efecto del cambio en la política fiscal", pero no ha sido algo generalizado entre los miembros de la entidad.
La presidenta de la entidad ha querido dejar claro que, pese a este ritmo acelerado en la subida de tipos, se realizará a un ritmo "moderado". De esta forma, la Fed intenta afectar lo mínimo posible a la recuperación de la inflación y el empleo, los dos objetivos que fija su mandato.
¿Cómo afectará esta decisión?
La subida de tipos de la Fed, que para algunos miembros de la entidad llega demasiado tarde, se produce para normalizar la política monetaria de la entidad después de que se pasara durante toda la crisis en una situación de estímulos de emergencia. La subida del precio del dinero provoca que el coste del crédito suba para las familias y las empresas, con lo que se pretende evitar un recalentamiento de la economía por encima del nivel apropiado.
Es una decisión que había sido bien anticipada por los mercados, por lo que creo que tendrá un efecto bajo en los tipos de interés del mercado
Las subidas de tipos suelen enfriar la economía al hacer más caro el coste del crédito, sin embargo, para Yellen, "los hogares y las empresas van a ver cambios muy modestos por esta decisión". La presidenta ha indicado que ya ha estado preparando este incremento durante los últimos meses, por lo que confía en que tenga un efecto limitado sobre los tipos de interés del mercado.
Yellen ha querido mandar un mensaje muy claro a los hogares y las empresas: "Es importante que comprendan que mis colegas y yo juzgamos que el ritmo de la economía es sólido y que se hacen progresos para llevar la inflación y el empleo a los objetivos". En otras palabras, señala que lo importante no es una subida de tipos de apenas 25 puntos básicos, sino la inercia positiva de la economía y del empleo.
Sin embargo, los tipos de interés del mercado están subiendo a un ritmo notable, en especial desde la victoria de Trump, por lo que sí afectarán a las familias y a las empresas. El mercado exige al bono estadounidense a 10 años una rentabilidad superior al 2,5%, el nivel más elevado en más de dos años. Yellen ha querido defender que "no creo que la Fed esté detrás de esta subida".
Recado para Trump
Yellen también ha tenido palabras para Trump. El futuro presidente de EEUU ha sido muy crítico con la presidenta de la Fed y ahora es ella quien se toma la revancha. Yellen ha explicado que los estímulos fiscales que ha prometido Trump "no son necesarios para alcanzar el nivel de pleno empleo". El futuro presidente ganó las elecciones prometiendo un ambicioso programa de estímulos públicos que sirviera para crear miles de puestos de trabajo, pero Yellen estima que en la situación actual no es necesario.
"Juzgaría que la brecha con el pleno empleo se ha reducido", ha alertado Yellen, "mi predecesor [Ben Bernanke] y yo pedimos estímulos fiscales pero cuando el paro estaba en niveles notablemente superiores". La presidenta de la Fed también ha querido involucrar al Congreso en el control de la política monetaria de Trump.
La política fiscal en este punto no es necesaria para alcanzar el nivel de pleno empleo
Además, ha lanzado una advertencia sobre los efectos negativos que tendría elevar la deuda pública: "Es importante que el Congreso tenga en cuenta que el envejecimiento de la población afectará a la ratio de deuda pública sobre el PIB", ha señalado Yellen.
Por último, ha querido suavizar la reprimenda. "No estoy intentando dar consejos a la nueva Administración o al Congreso sobre cuál debería ser la política fiscal", ha apuntado Yellen. Estas decisiones se alejan de su misión, que es la política monetaria. La presidenta ha reconocido que el equipo de la Fed se reunió con el equipo que gestiona la transición de la Administración Obama a la Administración Trump, pero que no ha tenido contacto con el futuro presidente desde entonces.