Las bolsas europeas reaccionaron al fin tras permanecer toda la semana pendiente del resultado electoral en Holanda y, sobre todo, el veredicto de la Reserva Federal. El positivo desenlace de ambas citas quitó un peso de encima a los inversores, que volvieron a apostar por la renta variable.
Los principales índices batieron barreras psicológicas o máximos históricos. Así, el Aex de Amsterdam marcó máximos de 2007, el FTSE 100 británico batió récords, el Dax 30 alemán consolidó los 12.000 y el CAC 40 francés superó los 5.000. Pero las mayores subidas se las anotó el Ibex 35, que se disparó un 1,85% -más del doble que el EuroStoxx 50-, superando los 10.000 y lanzándose en busca de nuevas resistencias.
El selectivo tiene el camino despejado para alcanzar los 10.200-10.250 puntos, pero a partir de ahí, los analistas técnicos discrepan. Muchos expertos creen que las bolsas europeas se encuentran en una tendencia alcista que podría devolver a los principales índices al entorno de sus máximos de 2015 a lo largo del próximo año y medio. En este escenario, el Ibex podría buscar e incluso superar los 11.000 puntos. Eso sí, el camino no estaría libre de correcciones y altibajos. Pero algunas firmas dudan sobre la sostenibilidad de las últimas subidas, en vista de que el optimismo de la renta variable europea no se está viendo acompañado por otros activos con los que tiene una elevada correlación, como el petróleo.
Con independencia de las perspectivas a medio plazo, los expertos creen que la euforia persistirá a corto plazo. Una euforia que en la jornada de hoy se vio alimentada por la aplastante derrota en las elecciones holandesas del ultraderechista Geert Wilders (19 escaños) frente al actual primer ministro, Mark Rutte (33 escaños). Los inversores vigilaban atentamente estos comicios, con la idea de extrapolar los resultados a las elecciones presidenciales galas de finales de abril y comienzos de mayo.
El descenso de las incertidumbres políticas alivió las presiones sobre la renta fija. Así, la prima de riesgo española se situó en torno a los 143 puntos básicos, mientras que la rentabilidad del bono español a 10 años retrocedió hasta el 1,88%.
Sin embargo, la verdadera preocupación de los mercados era la reunión de la Reserva Federal, que se ajustó al guión y anunció una subida de tipos, hasta el rango del 0,75%-1%. A los inversores les preocupaba que el avance de la inflación y la fortaleza de los últimos datos económicos forzaran a la Fed a pisar el acelerador y elevar el precio del dinero cuatro veces este año. Sin embargo, el banco central mantuvo un tono comedido y no anunció novedades en su política monetaria.
La moderación de la Fed y el descenso de las incertidumbres políticas impulsaron al euro, que subió hasta los 1,0733 dólares.
BAILE DE FUSIONES EN LA BANCA MEDIANA
El Ibex 35 fue con diferencia el índice más alcista del continente, impulsado además por el sector financiero. Bankia (0,47%) prolongó sus avances espoleada todavía por la confirmación oficial sobre su fusión con BMN. Una operación que tiene sentido estratégico, generará sinergias y, lo más importante, da el pistoletazo de salida a la concentración de la banca mediana.
En cambio, el otro gran candidato a ser objetivo de opa, el Popular, fue precisamente uno de los tres únicos valores del Ibex que cerraron en rojo, con un descenso del 0,86%. Los movimientos especulativos pasaron factura al valor, que afronta un enorme acoso por parte de los inversores bajistas y que con el paso de los años ha acabado convirtiéndose en un chicharro de gran tamaño.
El resto de las entidades eludieron los números rojos. El Santander (3,72%) lideró los avances del Ibex y superó los 5,5 euros, mientras que BBVA (3,14%) rompió la barrera de los siete euros.
Las materias primas también apoyaron un día más los avances. ArcelorMittal se disparó un 2,5%, consolidándose como uno de los valores más alcistas del Ibex 35 en 2017. Acerinox en cambio eludió por poco los números rojos, con un ligero avance del 0,3%.
Los pesos pesados del índice también aportaron su granito de arena a las subidas, entre ellos Telefónica (2,24%). La teleco contó con el respaldo de Moody's, que mejoró la perspectiva de la deuda de Brasil a "estable", cerrando la puerta a una rebaja de rating a corto plazo. Por su parte, el gigante textil Inditex (0,88%) rebotó con el apoyo de Kepler Cheuvreux, cuyos analistas elevaron su precio objetivo hasta los 37,5 euros.
En el mercado continuo, la atención también se centró en Prosegur (2,77%), que mañana sacará a bolsa su filial de gestión de efectivo. Tras rebajar el precio de salida a los 2 euros, la compañía ha obtenido una elevada demanda que ha superado en 2,4 veces a la oferta, augurando un buen estreno bursátil.