Esta concentración forma parte de las movilizaciones iniciadas en diciembre, que tuvieron continuidad el 19 y 22 de febrero, contra la política en materia laboral del Gobierno y como modo de presión ante la patronal, con la que tienen que cerrar una subida salarial para 2017 pero cuya negociación está encallada.

En el cartel de la movilización los sindicatos explican que, mientras España lleva tres años de crecimiento económico y las empresas incrementan su beneficio empresarial, estas mejoras no llegan a las familias trabajadoras.

Por el contrario, señalan, los problemas creados por los recortes se agravan, aumenta la precariedad laboral, las desigualdades y la pobreza y no se percibe voluntad ni por parte del Gobierno ni de las empresas de revertir esta situación.

"Queremos diálogo social, pero su falta de implicación y compromiso nos lleva a la movilización, para avanzar en la defensa de los derechos de los trabajadores", reza el cartel, que insta a subir los salarios, derogar las reformas laborales, restablecer la prioridad del convenio sectorial y subir las pensiones.

También a recuperar los derechos sociales y laborales y revertir los recortes en los servicios públicos esenciales, las prestaciones sociales, la sanidad o la educación.

El secretario general de CCOO, Ignacio Fernández Toxo, dijo recientemente que los sindicatos iban a seguir activando la movilización y que espera no tener que "tomar ulteriores medidas, que impere el sentido común".

No obstante, el director de Relaciones Laborales de la CEOE, Jordi García Viña, ha asegurado en declaraciones a Efe que las negociaciones con los sindicatos están avanzando pero que tienen otro ritmo y ha considerado las concentraciones un mecanismo de presión.

"La negociación es así, para ir ganando posiciones, forma parte de la dinámica habitual. Si uno negocia con posición de fuerza es mucho mejor", ha considerado García Viña.

A su juicio, la negociación colectiva convenio a convenio funciona perfectamente "y eso es lo que realmente importa", porque patronal y sindicatos hacen las recomendaciones, "pero debe ser cada sector y empresa los que decidan". EFECOM

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