Mercados

Sindicatos y patronal, reticentes a la creación de la mochila austríaca

Patronal y sindicatos se han mostrado reticentes ante la idea del Gobierno de comenzar a diseñar la creación de un fondo de capitalización, la llamada "mochila austríaca", que acumule aportaciones de toda la vida laboral del trabajador para actuar después como indemnización por desempleo.

25 marzo, 2017 09:24

Tras el mandato parlamentario de esta semana para que el Gobierno cree este fondo de capitalización negociando con los agentes sociales, éstos se han mostrado "cautelosos" a copiar un modelo que aquí puede no funcionar y que supondría terminar con el actual sistema de indemnizaciones por despido.

Este fondo, que debería estar constituido antes de 2020, conllevaría un nuevo modelo de indemnizaciones por despido con el objetivo de "reducir la dualidad del mercado de trabajo y contribuir a la creación de empleo estable".

Así, cubriría toda la vida laboral del trabajador, independientemente de dónde esté empleado, y se haría efectivo en casos de despido, movilidad geográfica, formación o jubilación.

La propuesta es una idea ya barajada en anteriores legislaturas, si bien nunca llegó a materializarse, y estaba incluida en el programa electoral de los populares y en el acuerdo de investidura que éstos firmaron con Ciudadanos.

Pero, ¿qué es la mochila austríaca? Austria puso en marcha en 2003 una reforma laboral que incluía un fondo de capitalización para los trabajadores, porque no existían las indemnizaciones por despido, de forma que la empresa aportaba una cuantía (1,53 % del salario bruto de cada empleado) a sus respectivos fondos.

Esta mochila es gestionada por una entidad financiera que lo invierte en búsqueda de un rendimiento, con la total garantía del Estado, y permite a las empresas despedir a coste cero al trabajador, quien puede entonces hacer uso del capital acumulado en ella.

Se podría decir que es como un pequeño plan de ahorro que se puede rescatar en caso de despido (entre otras opciones) y, además, es heredable.

Sin embargo, esta herramienta es "un despropósito" para la secretaria de Políticas Sociales, Empleo y Seguridad Social de UGT, Mari Carmen Barrera, quien ha resaltado las diferencias que existen entre los mercados laborales de ambos países.

En este sentido, ha detallado que en Austria, además de tener una tasa de temporalidad bajísima, previa a la implantación del fondo de capitalización se aprobó una medida por la que la reincorporación en caso de despido improcedente es un derecho del trabajador.

Poner en marcha este fondo para acabar con la dualidad en la contratación "supondría terminar con la indemnización por desempleo tal y como se conoce", ha señalado Barrera en declaraciones a Efe.

Además, Barrera ha llamado la atención ante "el abanico de beneficiarios" que tendría la creación de la mochila que no son el propio trabajador o el mercado laboral", como las entidades financieras que gestionarían el capital de dichos fondos.

De igual forma, el secretario de Protección Social y Políticas Públicas de CCOO, Carlos Bravo, ha explicado a Efe que este fondo tiene sentido en Austria, un país en el que un elevado número de personas alcanza la jubilación sin haber sido despedidas, que tiene una tasa de paro que no supera el 6 %, con una limitada rotación y un "potentísimo" sistema de protección.

"Allí tiene sentido. Pero importar figuras parciales de sistemas de protección de otros países no suele dar buen resultado", ha considerado Bravo, por lo que se ha mostrado "cauteloso", pero dispuesto a negociar.

En el mismo sentido, el director de Relaciones Laborales de la CEOE, Jordi García Viña, ha señalado que el modelo austríaco "no se puede copiar" porque no funcionaría en España, al tiempo que "no fomentará la contratación indefinida frente a la temporal".

En declaraciones a Efe, García Viña ha manifestado sus dudas acerca de dónde procederá la financiación del fondo y ha recordado que en España ya existen otros mecanismos de protección para los trabajadores: la prestación por desempleo, las indemnizaciones por despido y el Fogasa, que las asume cuando hay incumplimiento por parte de las empresas.

"No estamos ni a favor ni en contra, pero tengamos claro lo que queremos conseguir y hacia dónde vamos", ha dejado claro.