La mayoría de ellos llevan todo el año preparando este momento. Pero ¿y si como consecuencia del mal tiempo, las hermandades no pueden salir en procesión? Esto el seguro no puede evitarlo, pero al menos si compensar por los gastos no recuperables como, por ejemplo, el coste de las flores que adornan las imágenes o los gastos específicos en los que hubieran incurrido. Este caso concreto, cubrir la contingencia de que el evento no se pueda celebrar finalmente, tiene un coste que se sitúa a partir de los 400 euros para las procesiones más pequeñas, informa Corporación Mapfre.
¿Y si involuntariamente los nazarenos con sus cirios y sus pasos entre la multitud producen quemaduras o golpean accidentalmente a los espectadores? Ante esta posibilidad es recomendable contar con una cobertura de responsabilidad civil que responda en nombre de las cofradías. Además los costaleros realizan un importante esfuerzo físico ¿y si sufren algún percance y, por ejemplo, se dislocan un hombro? Un seguro de accidentes garantiza, entre otros aspectos, la asistencia sanitaria a todos los miembros de las hermandades.
Además es importante contar con un seguro que cubra los el robo o el incendio de los bienes de las cofradías que en muchos casos custodian obras de arte de incalculable valor.
La tranquilad de contar con un seguro que proteja de todos estos riesgos, o de una parte de ellos, es ajustable a cada una de estas procesiones y hermandades. Cada caso se estudia individualmente en función de los riesgos que se quieran asegurar, número de personas que participan, valor de las imágenes, tipo de actividad, etc.