Ni la censura unánime de la Eurocámara ni las peticiones de dimisión desde Portugal o Italia han hecho mella en el presidente del Eurogrupo, el socialista holandés Jeroen Dijsselbloem. Durante la reunión informal de Malta celebrada este viernes, Dijsselbloem ha asegurado que no dimitirá y que su intención es agotar su mandato, que concluye en enero de 2018, pese a la polémica por sus declaraciones en las que acusó a los países del sur de gastar el dinero "en copas y mujeres".
"Ciertamente no", ha resaltado Dijsselbloem al ser preguntado por si se plantea dejar el cargo tras las críticas recibidas y las peticiones para que renuncie. "Estoy disponible para terminar mi mandato", ha agregado.
De momento, sigue siendo ministro de Finanzas en funciones y las conversaciones para formar un nuevo Gobierno de coalición en Holanda, en la que no estará su partido tras su caída histórcia en las elecciones del 15 de marzo, todavía durarán semanas. "No hay urgencia" para discutir sobre la presidencia del Eurogrupo, ha sostenido Dijsselbloem.
No opina lo mismo el ministro de Economía, Luis de Guindos, que pretende dar la batalla para desbancarle del Eurogrupo cuanto antes, incluso aunque descarta postularse como sucesor.
Guindos ha evitado en Malta pedir abiertamente la dimisión de Dijsselbloem, pero sí le ha reclamado de nuevo que dé explicaciones por sus palabras. "Las declaraciones son desafortunadas tanto desde el punto de vista del contenido como de la forma y estamos esperando una explicación", ha insistido Guindos.
Guindos niega ser candidato
Dijsselbloem ha sumado nuevos enemigos esta semana al negarse a comparecer ante la Eurocámara durante un debate sobre Grecia. Una actitud que le ha valido la repulsa unánime y la petición de dimisión entre los principales grupos políticos. Al constatar la indignación general, el jefe del Eurogrupo ha rectificado y ha enviado una carta anunciando que comparecerá el próximo 27 de abril, pese a que según ha subrayado es festivo en Holanda.
También ha remitido una misiva a los parlamentarios que reclaman su dimisión en la que alega que sus palabras fueron malinterpretadas, pero no se disculpa. "Lamentablemente, algunas personas se ofendieron por mi manera de expresarme (...) Debo ser incluso más cuidadoso en el futuro porque nunca es mi intención insultar a la gente", asegura Dijsselbloem.
El presidente del Eurogrupo ha repetido estas mismas palabras al inicio de la reunión de Malta. Allí, ningún ministro le ha pedido que dimita, así que de momento da por zanjada la cuestión a la espera de que se forme el nuevo Gobierno holandés, según ha dicho en rueda de prensa tras el encuentro.
Pero ni Guindos, ni la Eurocámara ni el Gobierno portugués consideran suficientes estas explicaciones. El Ejecutivo socialista de António Costa ha dicho incluso que estaría dispuesto a apoyar al ministro español, que ya compitió con Dijsselbloem en 2015 y fue derrotado, para la presidencia del Eurogrupo pese a que es de otra familia política. "Yo no soy candidato", ha vuelto a repetir este viernes Guindos.
También se ha descartado como aspirante a la vicepresidencia del Banco Central Europeo cuando quede vacante el año que viene. "España tendrá un candidato o una candidata a ese puesto y estoy convencido de que será de España", ha asegurado.
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