Las bolsas europeas vivieron otra jornada de consolidación, en la que las incertidumbres geopolíticas pesaron más que la economía. En esta ocasión las miradas se centraron en Siria, donde EE. UU. ordenó atacar directamente posiciones del ejército en respuesta al presunto ataque con armas químicas llevado a cabo por el régimen de El Asad. Los mercados reaccionaron a la noticia con prudencia, aunque terminaron calmándose tras interpretar que esta ha sido una medida puntual, por el hecho de que la Administración Trump avisó del ataque al gobierno ruso, principal aliado del régimen sirio.

En cambio, la noticia tuvo un mayor impacto en los mercados de materias primas, donde el barril de crudo Brent llegó alcanzar la barrera de los 56 dólares, marcando máximos de un mes. El tirón del petróleo animó a las bolsas europeas y especialmente al FTSE 100 británico, un índice en el que las materias primas tienen una elevada ponderación.

En este escenario y tras la apertura plana de Wall Street, las plazas del Viejo Continente se movieron sin dirección clara durante casi toda la sesión. Aunque la agenda económica fue intensa, el dato más relevante del día fue el dato de empleo de en EEU, que decepcionó a los mercados, ya que solo se crearon 98.000 puestos de trabajo, casi la mitad de los previstos. Este es uno de los datos que la Fed toma de referencia a la hora de decidir el rumbo de su política monetaria.

El Ibex 35 regresó a terreno positivo en la recta final de la sesión y cerró con un alza del 0,1%, hasta los 10.529 puntos. El índice marcó así máximos de 20 meses, tras encadenar seis semanas consecutivas en positivo y ganar un 12,48% desde comienzos de año.

El Ibex 35 regresó a terreno positivo en la recta final de la sesión y cerró con un alza del 0,1%, hasta los 10.529 puntos. El índice marcó así máximos de 20 meses, tras encadenar seis semanas consecutivas en positivo y ganar un 12,48% desde comienzos de año.

El gran protagonista del día fue el Santander (0,26%), que anunció una mejora de su dividendo del 5%, hasta los 0,22 euros por acción, a cobrar en cuatro pagos, tres en efectivo y uno de menor importe en scrip (a elegir entre efectivo o nuevas acciones).

Sin embargo, el valor más alcista fue Gamesa, que se disparó un 3,83%. No obstante, esta subida no tiene en cuenta el ajuste que habría que aplicar tras descontar su dividendo extraordinario de casi 3,6 euros. Descontando este pago al precio de la acción, el fabricante de aerogeneradores habría caído un 13%, desde los 21,86 euros a los que cerró el jueves, hasta los 18,97 euros.

Repsol (1,15%) también destacó entre los mejores valores del Ibex, arrastrado por el avance de los precios del petróleo. La acción se quedó a un paso de superar la barrera psicológica de los 15 euros.

Por su parte, Mediaset (1,16%) se contagió del entusiasmo de su rival Atresmedia (0,6%). Los analistas de JPMorgan elevaron su precio objetivo para esta última desde los 11,7 hasta los 13,20 euros.

Dentro del sector financiero, Popular (0,87%) rebotó con fuerza desde el soporte clave en la zona de los 0,8 euros. Los movimientos técnicos pesaron más que la decisión de la agencia DBRS de rebajar su rating. El resto de la banca también salvó la jornada, con la excepción de BBVA (-0,15%) y Bankinter (-0,09%), que cerraron casi planos.

En el extremo contrario, Amadeus (-2,96%) se vio penalizado por un informe desfavorable de Credit Suisse, que inició la cobertura del valor con una recomendación de "infraponderar" y un precio objetivo de 41,42 euros. Grifols (-0,94%) también se desinfló, corrigiendo su reciente rally que le ha llevado a convertirse en el valor más alcista del Ibex en 2017.

En el mercado continuo, Abengoa logró frenar su desplome bursátil, tras nueve sesiones en rojo en las que el valor ha visto desvancerse el 95% de su capitalización bursátil. Los títulos B (los más líquidos), cerraron la sesión con un rebote del 13,33%. Por su parte, el fabricante de componentes de automoción Gestamp cayó un 4,46% en el día de su estreno bursátil.

En el mercado de divisas, el euro bajó un 0,27% hasta los 1,0613 dólares, pese al débil dato de paro estadounidense. La renta fija también vivió una sesión con escasas variaciones, en las que la rentabilidad del bono español a 10 años se mantuvo en el entorno del 1,6%, con la prima de riesgo estable en los 137 puntos básicos.