Óscar Martínez, presidente de esta entidad, que reúne a más de 1.200 agencias en activo en toda España, ha explicado a Efe que el sector inmobiliario español goza, en estos momentos, "de buena salud y se estabiliza con normalidad".
De hecho, ha afirmado, no aprecia "ningún síntoma que alerte de la formación de la burbuja inmobiliaria" y subraya que el incremento de precios en algunas capitales españolas "responde a la presión de la oferta y la demanda y no a movimientos especulativos".
Los "temores" a una nueva burbuja, admite, están "en parte", justificados porque "en España hay tendencia a usar el mercado inmobiliario para la especulación y eso hace que, a veces, este sector crezca de forma irregular, con una demanda artificial".
Sin embargo, ha insistido, hay varios factores que "permiten asegurar" que no hay ningún indicio de burbuja.
El primero de ellos es que todavía los precios de la vivienda son bajos "incluso cercanos a los de 2004 en obra nueva" y "en esa situación no puede haber burbuja".
En segundo lugar, explica, "aunque haya demanda de vivienda en algunas zonas, y eso haga subir los precios, no es por movimientos especulativos, sino porque la oferta es pequeña" y "de hecho, en Madrid o Barcelona apenas hay ya suelo para construir".
En este sentido, el presidente de la APEI apunta que en las capitales "más atractivas", como Barcelona, Madrid, San Sebastián y Málaga, se observa "una demanda real, no especulativa", porque "la compra se mantiene y quien adquiere conserva la propiedad".
El precio del suelo barato es otro de los factores que impide la formación de la burbuja, explica, y, ahora mismo, "el precio del suelo no sobrepasa el 20 % del valor total de la vivienda", cuando "en los tiempos de mayor auge del sector llegó al 50 %".
El tercer factor para los expertos inmobiliarios que garantiza la ausencia de burbuja es el bajo riesgo de las entidades financieras en la concesión de hipotecas.
"Los bancos conceden préstamos hipotecarios incluso por el valor del 100 % del precio de la vivienda, pero, con los precios actuales, el riesgo está muy limitado", añade el presidente de la APEI, para quien "mientras los bancos concedan créditos razonables, será muy difícil alimentar una nueva burbuja".