La indecisión volvió a adueñarse de los mercados, en otra jornada sin rumbo claro en la que los inversores aprovecharon para rotar carteras. La intensa agenda económica y empresarial no tuvo gran impacto en las bolsas europeas, que en su mayoría cerraron prácticamente planas, consolidando sus últimos avances. El Ibex 35 fue uno de los índices más alcistas del continente, con un alza del 0,3%, gracias al rebote de Caixabank, Bankia y Santander. En la semana el selectivo gana un 3,26% y en el mes, un 2,42%.
Disipadas por el momento las dudas sobre el futuro político de Francia y tras una reunión del BCE que cumplió con el guión, las bolsas europeas iniciaron la jornada con la mente puesta en la intensa agenda económica. A lo largo del día se dieron a conocer la evolución de la economía española hasta marzo (que se aceleró una décima hasta el 0,8%); el último dato de inflación de la eurozona (que pasó del 1,5% al 1,9%); y las cifras preliminares de PIB en EEUU, que creció al ritmo más débil de los tres últimos años.
Sin embargo, los grandes protagonistas fueron una vez más los resultados. En España, destacaron las cuentas de Mapfre, Caixabank, Bankia y Sabadell. De este modo, el sector financiero del Ibex 35 ha publicado ya sus cifras del primer trimestre, a falta del Popular, que lo hará el próximo viernes. La agenda empresarial también será intensa en las próximas sesiones, en las que se conocerán los resultados de gigantes como telefónica o Repsol y en la que se abonarán los dividendos de Inditex, Santander, Aena y BME.
La lateralidad podría volver a ser la tónica de la próxima semana, que será más corta de lo habitual por el puente del 1 de mayo. Los analistas de XTB anticipan una semana tranquila "posiblemente con ligeras caídas propiciadas por la recogida de beneficios por parte de los inversores, en la que reine una calma tensa a la espera del resultado de la contienda entre Macron y LePen". "En este contexto, salvo sorpresa, no se esperan grandes movimientos por parte de nuestro selectivo que debería acomodarse fácilmente en el entorno de los 10,700 puntos", concluyen.
La banca tomó un día más el timón del Ibex 35. El índice subió un 0,3%, hasta los 10.715 puntos, gracias al rebote de Caixabank (+3,35%), Bankia (+1,46%) y el Santander (+0,76%). La primera presentó unos excelentes beneficios, con un crecimiento del beneficio neto del 48%, gracias a la integración de BPI; mientras que Bankia ganó 304 millones, un 28,4% más. Por su parte, la entidad que preside Ana Patricia Botín se quedó a las puertas de los seis euros.
Peor acogida tuvieron en cambio las cuentas trimestrales de Sabadell (-0,17%), que mostraron un descenso del beneficio neto del 14%, por costes asociados a la compra de TSB. Para variar, el Popular (+0,16%) logró salvar la jornada. Los analistas mantienen al valor en cuarentena a la espera de ver si la entidad opta finalmente por emprender una nueva ampliación y, en ese caso, conocer las condiciones. Dentro del sector financiero, Mapfre (-2,94%) sufrió las mayores recogidas de beneficios, pese a publicar unas cuentas en línea con lo esperado.
Frente al rebote de los bancos, las utilities y los blue chips frenaron el avance del Ibex 35. Repsol (-0,17%) volvió a moverse en línea con el precio del barril de crudo brent, que permaneció estable en torno a los 51,5 dólares. Los mercados vigilan ahora a la OPEP, a la espera de nuevos recortes que ayuden a mitigar la sobreproducción mundial de petróleo.
En el mercado continuo, Fluidra (+5,43%) lideró los avances tras anunciar unos beneficios de 4,5 millones, los más elevados desde el inicio de la crisis y cerca de 10 veces superiores a los del primer trimestre del pasado año.
En los mercados de divisas, el euro llegó hasta los 1,095 dólares, tras alza del IPC de la eurozona, que eleva la presión sobre el BCE para acelerar la retirada de estímulos.
La prima de riesgo española bajó ligeramente hasta los 132 puntos básicos, con la rentabilidad del bono español a 10 años en el 1,64%.