A Macron le llevará tiempo reformar la economía en una Francia dividida
Tras una década de crecimiento débil, un aumento del desempleo y una pérdida de competitividad, Francia eligió el domingo a un presidente que dice tener un plan para sacar al país de sus problemas económicos
8 mayo, 2017 06:56Por Noah Barkin y Leigh Thomas
Emmanuel Macron, un ex banquero de inversiones que renunció al Gobierno de François Hollande dos veces por su frustración con el lento ritmo de las reformas, promete reformar el mercado laboral, simplificar los sistemas tributario y de pensiones, además de reducir regulaciones que cree que obstaculizan a la innovación.
Sin embargo, el centrista de 39 años, que derrotó a la candidata de extrema derecha Marine Le Pen y que se convertirá en el líder francés más joven desde Napoleón, tiene varios obstáculos que enfrentar después de entrar al Palacio del Elíseo.
Macron intentará lograr la aprobación de su agenda de reformas en momentos en que Francia está más dividida que nunca sobre cómo responder a las perturbadoras fuerzas de la globalización.
La campaña electoral mostró que casi la mitad del país preferiría una aproximación a la economía en que el papel del Estado se expanda en vez de reducirse, como propone Macron.
Y para poder implementar sus planes, tendrá que asegurar el respaldo parlamentario. Eso dependerá de cómo le vaya a su nuevo partido, "En Marche!", en la elección legislativa del mes próximo.
Incluso si logra la mayoría que necesita, probablemente muchas de sus reformas podrían tomar meses, o incluso años, para producir resultados.
Los retrasos podrían exponerlo a él y a su Gobierno a los mismos ataques políticos que finalmente sacaron del poder en Alemania hace años a Gerhard Schröder, el canciller responsable por la "Agenda 2010" de la mayor economía de Europa.
"Macron está prometiendo una aproximación gradual, cuyo éxito dependerá de negociaciones con los sindicatos", comentó Gilles Moec, economista jefe europeo de Bank of America Merrill Lynch.
"Entiendo la estrategia, pero no va a generar resultados inmediatos. Tomará tiempo para asentarse", agregó.
El programa económico de Macron, creado en conjunto con Jean-Pisani Ferry, ex jefe del centro de estudios Bruegel, en Bruselas, rompe con la aproximación de "impacto y pavor" de su rival de centroderecha François Fillon, que incluía recortes radicales de empleos en el sector público y la extensión de la semana laboral reglamentaria.
En vez de eso, contempla un curso más matizado que, según sus asesores, es más apropiado para lidiar con las causas de los problemas económicos de Francia. Muchos economistas independientes están de acuerdo con eso.
Macron no eliminará la controvertida semana laboral de 35 horas, como prometió hacer Fillon, pero planea abordarla permitiendo a las empresas que negocien acuerdos ad hoc con sus empleados sobre horas de trabajo y compensaciones.
Sobre las pensiones, no tiene planes de elevar la edad oficial de jubilación de 62 años. En vez de eso, quiere unificar los planes de pensiones de Francia al pasar a un sistema de puntuación al estilo sueco, en que los pagos se vinculen a contribuciones de los cotizantes durante su vida laboral.
Para el nuevo presidente francés hay mucho en juego. Si fracasa con una agenda que llama a los franceses a abrazar la globalización y a la Unión Europea, podría tener dificultades para vencer al Frente Nacional de Le Pen en cinco años más.