En esta ocasión, y dada la mejoría de los indicadores económicos, los analistas dan casi por sentado un nuevo ajuste monetario de un cuarto de punto, que dejaría los tipos entre el 1 % y el 1,25 %.
La Fed anticipó a comienzos de año hasta tres rondas de ajuste monetario a lo largo de 2017.
En los últimos meses, y tras un inicio del año dubitativo, el organismo dirigido por Janet Yellen ha constatado la recuperación del consumo en EEUU, que supone casi dos terceras partes de la actividad económica total.
El índice de desempleo continúa su progresivo descenso, y en mayo cerró en el 4,3 %, la cifra más baja desde 2001, y la inflación se ha situado levemente por encima de la meta oficial de la Fed del 2 % anual.
Por eso, los pronósticos son que el banco central avance en su ajuste en este encuentro, y deje la segunda mitad del año para analizar el curso de la economía con margen suficiente para llevar a cabo su tercer encarecimiento del precio del dinero.
A la conclusión del encuentro del Comité Federal de Mercado Abierto (FOMC, en inglés), el órgano que dirige la política monetaria del país, se emitirá mañana el comunicado a las 14.00 hora local (18.00 GMT) y la actualización de sus pronósticos económicos.
Posteriormente, a las 14.30 hora local (18.30 GMT), la presidenta de la Fed, Janet Yellen, ofrecerá una rueda de prensa para comentar la decisión del banco central estadounidense.
Los cálculos de crecimiento serán seguidos con atención también ante las reiteradas promesas de Trump, y su secretario del Tesoro, Steven Mnuchin, de alcanzar un crecimiento anual de más del 3 % anual, por encima del 2 % de media registrado durante los últimos años del mandato de su predecesor, Barack Obama.
Las últimas proyecciones de la Fed, que datan de marzo, sitúan el crecimiento económico para 2017 en el 2,1 %, y el Fondo Monetario Internacional (FMI) anticipó en su reunión de primavera una expansión del 2,3 %.
Trump justifica esta aceleración como consecuencia de su agenda de desregulación, recorte de impuestos e impulso en la inversión en infraestructura.
Sin embargo, los problemas para sacar adelante sus propuestas en el Congreso han comenzado a generar dudas sobre su prometido y agresivo plan de estímulos fiscal.
Estas dudas no afectan a los mercados financieros, que mantienen desde principios de año sólidas trayectorias ascendentes, con repetidos récords en Wall Street.
Otro de los temas será el mecanismo y calendario para comenzar a reducir en 2017 el abultado balance de activos adquirido por la Fed para estimular la economía tras la crisis financiera.
La cartera del banco central estadounidense pasó de apenas un billón de dólares en 2008, antes de la crisis, a los 4,5 billones de ahora.
Desde hace varios años, el banco central ha dejado de comprar activos, pero sigue reinvirtiendo los beneficios obtenidos con adquisiciones previas en nuevos activos.
La Fed baraja varias opciones, entre las que sobresalen simplemente dejar que estos activos concluyan de una vez cuando venzan sus plazos o sean eliminados gradualmente. EFECOM
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