En un acto organizado en Lisboa, Constâncio se ha impuesto a aquellos argumentos que apuntan a que los estímulos económicos puestos en marcha por el BCE a través de su programa de compra de activos benefician exclusivamente a los ricos, y respalda, de hecho, que reducen la desigualdad.
"Desde el punto de vista distributivo, el principal impacto de las políticas monetarias expansivas es la reducción del desempleo con efectos positivos en la reducción de la desigualdad", señaló el banquero central.
No obstante, explicó que estos efectos "probablemente serán temporales", mientras que afirma la existencia de una creciente polarización de los ingresos en el largo plazo.
De esta forma, según datos de la entidad central, las compras de activos reducen en aproximadamente un 0,7% el desempleo, cuyo efecto es un ligero aumento de los salarios, así como de los ingresos de los hogares en todos los grupos económicos.
"Los hogares con menores ingresos son, en cualquier caso, más propensos a estar desempleados y su situación laboral también tiende a reaccionar de forma más significativa a los impulsos de la política monetaria", indicó Constâncio.
Además, estima que los estímulos del banco dan lugar a un aumento de los precios de las viviendas en más de un 1% y del valor de las acciones en un 0,8%.