S&P fue la última de las tres grandes agencias de calificación de riesgo en colocar la deuda lusa en el grado de "bono basura" y ha sido la primera en volver a recomendar la inversión en los títulos portugueses.
La agencia, que además atribuye a Portugal una perspectiva "estable", justificó su decisión en el "fuerte resultado económico y presupuestario" del país, explicó en una nota.
"La subida refleja la mejoría de nuestra estimación para el crecimiento del PIB portugués entre 2017 y 2020, así como el progreso sólido en la reducción del déficit presupuestario y en la reducción del riesgo de un deterioro significativo en las condiciones de financiación externa", añadió.
S&P detalló que espera que la economía portuguesa crezca de media más del 2 % anual entre 2017 y 2020.
La decisión de S&P se produce el mismo día que el Fondo Monetario Internacional (FMI) revisó al alza su previsión de crecimiento de la economía portuguesa para este año hasta situarla en el 2,5 %, un punto y dos décimas superior a su anterior proyección y por encima de la calculada por el Gobierno luso (1,8 %).
Las otras dos grandes agencias de calificación, Fitch y Moody's, decidieron los últimos meses dejar la deuda soberana de Portugal en "bono basura" pero mejoraron su perspectiva a "positiva".
La canadiense DBRS era la única agencia que recomendaba hasta hoy invertir en deuda lusa, lo que permitía a Portugal acceder al programa de compra de deuda del Banco Central Europeo (BCE).