Macron formalizó esta firma al término de un Consejo de Ministros cuyo "plato fuerte" fueron, precisamente, los cinco decretos de esta reforma que calificó de "inédita", y contra la que ayer hubo una segunda jornada de protestas de una parte de los sindicatos, después de una primera el pasado día 12.
En una breve declaración, recordó que los decretos son la concreción de "un compromiso de campaña", que se han hecho "en un tiempo récord" y que entrarán en vigor a partir de su publicación en los próximos días.
"Es una transformación inédita de nuestro sistema social" que "dará más oportunidades", en particular, a los jóvenes, y permitirá a las empresas "adaptarse de forma rápida" a las condiciones de su actividad, destacó.
Además, recordó que luego se completará con las reformas del aprendizaje y la formación profesional, y con disposiciones presupuestarias para "recompensar más el trabajo y el mérito".
Sobre su contenido, el jefe del Estado hizo notar que se trata de "confiar" en los empleados y en las compañías, al permitir que sea la negociación en cada empresa la que fije muchas de las reglas, hasta ahora dictadas por disposiciones legislativas o por los convenios sectoriales.
A ese respecto, señaló que los decretos conllevan "disposiciones pragmáticas" para las pequeñas y mediana empresas (pymes) al simplificar la negociación.
Ante las acusaciones de que la reforma únicamente beneficia a la parte empresarial, afirmó que ésta instaura "nuevos derechos" para los trabajadores y sus representantes, y abre "perspectivas para los delegados sindicales".