En una nota dada a conocer hoy, este influyente grupo de presión empresarial catalán alerta de que la DUI "sumiría al país en una situación extraordinariamente compleja y de consecuencias desconocidas pero, en cualquier caso, muy graves".

A su juicio, "no solo perjudicaría a todas las opciones políticas, sino que, lo más preocupante, sometería a la ciudadanía catalana, sea cual sea su sensibilidad política, a una tensión de difícil control".

Además, advierte de que "la amenaza de deterioro de la convivencia va acompañada de un daño notable al gobierno de las cosas y al mantenimiento de la recuperación económica y del empleo".

Como en anteriores pronunciamientos, esta institución recuerda que desde hace más de una década apuesta por una "vía dialogada y moderada", y apunta que en las próximas semanas "se deberán explorar aquellas vías que permitan que la política, por imposible que pueda parecer, retorne a la vía del diálogo y la transacción".

"Cabe reclamar una actitud activa, cuando no de liderazgo, del Gobierno y del Parlamento español", asegura la institución que lidera Juan José Brugera, que dice que "procurará contribuir a esta nueva etapa aportando sus consideraciones y propuestas".

El Círculo de Economía inicia su nota lamentando la "violencia" en la jornada del pasado domingo, que cree que "no tiene justificación" y que ha deteriorado el marco de convivencia y la imagen colectiva "en el mundo".

A juicio del Círculo, institución en la que están representados empresarios y directivos de empresas catalanas, las escenas de violencias que se vieron reflejan "de manera extraordinariamente preocupante la incomprensible e irracional dinámica por la que, desde hace años, se desarrolla el denominado conflicto catalán".

En esta línea, lamenta que "este ya largo camino, no ha incorporado la necesaria combinación de los principios democráticos y de legalidad", y apunta que "precisamente porque el primero permite modificar la legalidad a través de los cauces y procedimientos oportunos, se puede exigir la estricta adecuación de toda actuación al marco legal".

"Cuando los dos no avanzan acompasadamente, la democracia se agrieta", ha subrayado.

El presidente catalán, Carles Puigdemont, dejó ayer en manos del Parlament los próximos pasos a seguir en la senda secesionista, incluido el formato y tiempo de una eventual declaración unilateral de independencia, y afirmó que tiene el "deber de implementar los resultados" de un referéndum que ve "válido y vinculante".EFECOM

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