El Consistorio ha realizado un diagnóstico sobre el vehículo compartido en la Ciudad Condal con el fin de determinar su encaje en el sistema transportes de la ciudad, en el marco del cual asegura que ha tenido en consideración su aportación a la movilidad sostenible.
El estudio ha identificado quince empresas de vehículo compartido que operan en la ciudad y el perfil del usuario tipo. Se trata de un joven de entre 26 y 35 años, mayoritariamente hombres, con una renta media y con estudios superiores.
En virtud del estudio, el Ayuntamiento considera que este tipo de servicio de movilidad compartida es un buen instrumento para reducir y renovar el parque de vehículos existente, así como para disminuir la contaminación y gestionar el aparcamiento.
No obstante, el trabajo también ha identificado impactos negativos de este negocio, como son la fuerte ocupación del espacio público, la dificultad de la rotación y alerta en la seguridad viaria.
Por ello, para aprovechar las oportunidades de este tipo de iniciativas, el Ayuntamiento de Barcelona cree que es necesario dotar a la ciudad de un marco regulatorio que permita a los operadores "explotar los sistemas de manera segura y estable" y que al Consistorio, minimizar los impactos negativos.