Ángel Gómez
Y ha sido a causa de dos jornadas consecutivas de pérdidas, frente a las marcas históricas conseguidas el miércoles pasado, por el ruido político que viene de Washington y que, una vez más, genera incertidumbre en el parqué neoyorquino.
Han sido decenas de ocasiones en las que el Dow Jones, el S&P 500 y el índice compuesto del mercado Nasdaq han terminado con récords el mismo día durante este año, lo que indica el bueno momento que vive el mercado.
Está motivado por los buenos resultados de las empresas que se han conocido, por una parte, y, más recientemente, por las esperanzas de que se apruebe la reforma fiscal que ha prometido el presidente de Estados Unidos, Donald Trump.
Este tema, sin embargo, generó un descenso del 0,43 % en el Dow Jones de Industriales el jueves, y hoy volvió a caer, pero menos, un 0,17 %, aunque suficiente para que se terminara la buena racha que acumulaba el parqué neoyorquino semana tras semana.
Wall Street no quiere que la rebaja de los impuestos a las ganancias corporativas, desde el 35 % actual hasta el 20 %, se aplace hasta 2019, como pretende el Senado en el borrador de reforma fiscal que está estudiando.
Es un año más que la propuesta de la Cámara de Representantes, y esa discrepancia es la que ha pillado a traspié a Wall Street.
"Los mercados han tenido una correlación directa con el plan fiscal, y están cayendo por señales de que el progreso (en este tema) se está frenando", sostiene el director de inversiones de la firma Philadelphia Trust, Richard Sichel.
Algunos analistas piensan, además, que los precios de las acciones están altos, y en algún momento tiene que haber una corrección a la baja para que no se caliente demasiado el mercado, aunque en principio no parece que vaya a ser inmediato.
"Las condiciones de exceso de compra a corto plazo aún están vigentes, por lo que creemos que pasarán un par de semanas antes de que se retiren", sostiene la directiva de la firma de inversiones BTIG Katie Stockton.