La rentabilidad ofrecida por la renta fija en 2017 ha superado en muchos casos las expectativas de los mercados, según Felipe Lería, responsable en España de UBP. El mercado de deuda ha ofrecido valor este año y para el analista las principales claves han sido macroeconómicas: un buen crecimiento de la economía mundial, acompañado de inflaciones bajas y políticas monetarias de los Bancos Centrales cautas y previsibles. Para Lería, ha sido un buen 2017 para aquellos que invirtieron en dólares (con posiciones en esta misma divisa sin tener en cuenta el tipo de cambio). El analista destaca especialmente el comportamiento de la deuda high yield, con rentabilidades del 7% en el año.
En esta línea, Félix López, director de la gestora de atl Capital, explica que todos los activos de riesgo lo han hecho bien, principalmente los bonos convertibles cuyo índice TR Global Convertible Hdg se ha revalorizado en el año un 10%. En los últimos tres, estos bonos han subido un 12%, reflejando el buen 2017 de las Bolsas. El Nasdaq ha subido casi un 30%; S&P 500 un 20%; el DAX un 16% y el Ibex 35 cercano al 10%.
Esto se debe, según el analista, al componente variable del bono. ¿Su comportamiento se asemeja al de la acción. En años muy buenos en la renta variable, como ha sido este 2017, los bonos convertibles responden muy bien¿. Analistas y brokers recomiendan actualmente invertir en estos activos por su menor sensibilidad a los tipos y su mayor exposición a las Bolsas.
Actúan de forma diferente según la renta variable suba o baje, señala López: la sensibilidad de estos bonos a la evolución de las acciones es mayor cuando éstas suben que cuando caen, por lo que el bono convertible no es lineal a la renta variable y no expresa lo mismo en la subida que en la bajada. En el mercado, según el experto, estos bonos son emitidos por empresas de pequeño y mediano tamaño, más que por grandes compañías y su volumen es más limitado que otros activos de renta fija.
En el extremo opuesto están los bonos ligados a la inflación, que han caído casi un 4% en el año, aunque López expone que esta caída se debe principalmente a que el índice tomado como referencia en este caso, BofAML Bonos Ligados a la Inflación, está en dólares, por lo que la depreciación es mayor debido a la caída que acumula esta divisa frente al euro. El dólar se ha dejado en el año más de un 11%. No obstante, en los últimos tres años este índice ha subido casi un 9%, al unísono de un alza del dólar del 4,55% en ese periodo.
Por otro lado, el índice de bonos corporativos con grado de inversión ha acumulado en el año una apreciación del 1%. Buen año también para los bonos de países emergentes que han subido en el año casi un 9%.
De cara a 2018
Lería ve un entorno positivo para las economías y en el próximo año los activos seguirán ofreciendo una buena rentabilidad por cupón si bien ¿no se espera una rentabilidad adicional proveniente de un mayor estrechamiento de los diferenciales¿. De cara a 2018, Lería no ve interesante invertir en deuda gubernamental de Europa, principalmente.
Sí apuesta por los bonos con cupón flotante, el high yield índices CDS ¿por su elevada liquidez y muy reducido spread de compraventa¿ y la renta fija corporativa de países emergentes. Como alternativa a la renta variable, los bonos convertibles. Respecto a los bonos ligados a la inflación, de cara al futuro un repunte de los precios traerá consigo un reajuste del tipo de interés, según el analista.
¿Seguridad de la renta fija?
Para Lería es erróneo pensar que invertir en renta fija es sinónimo de rentabilidad fija. Está directamente correlacionada con el nivel de los tipos de interés, el plazo de amortización y el riesgo del emisor. Según el experto, ¿no debemos olvidar que estamos ante el tercer ciclo histórico más largo de buen comportamiento de la misma y, desde luego, el riesgo ahora es más alto que el de hace un par de años. El inversor que quiera obtener una rentabilidad real de sus activos, deberá por tanto estar dispuesto a asumirla¿.