Acciona se encuentra inmersa en su creciente expansión internacional. Recientemente acaba de firmar un contrato para modernizar la línea férrea en Australia que permitirá aumentar la circulación de trenes con mayor fiabilidad en el Oeste de Merburne y Ballarat. En virtud de este acuerdo, la empresa generará unos ingresos en torno a 360 millones de euros, lo que puede suponer importantes retornos para la entidad.
A nivel técnico, los títulos de la compañía parecen haber superado la directriz bajista secundaria de los últimos meses después de perforar la resistencia de los 71,80 euros. En este sentido, las acciones han rebotado desde precios cercanos a los 64,46 correspondientes, además, con el retroceso 38,2 del Fibonacci lanzado desde los mínimos de la compañía de 2012 y que iniciaron el gran impulso alcista de largo plazo. Las divergencias al alza del RSI apoyaría la idea de tomar posiciones largas en el valor.
De confirmarse la ruptura de la zona de resistencia clave en torno a los 75,90 euros por acción puede suponer un impulso alcista para la corporación líder en gestión de infraestructuras, energías renovables, agua y servicios, con objetivo de precios cercanos a los 85,80 euros por acción correspondientes a los precios máximos negociados en junio de 2017 .
Los últimos mínimos alcanzados, en línea con los precios más bajos de cotización del pasado mes de noviembre, deberían funcionar como soporte técnico en caso de posibles retrocesos de precios de los títulos de Acciona. En este sentido las acciones podrían seguir su tendencia bajista a corto plazo si no lograran mantener los 64,40 euros por título, nivel que actuaría, a su vez, como punto de salida de una operativa de compra con unas minusvalías de 14% desde niveles actuales de cotización.