¿Gracias por todo lo que hace por este país¿. Son palabras de Ana Botín, presidenta del Banco Santander, hacia el ministro de Economía Luis de Guindos durante la X Conferencia Internacional de Banca organizada por la entidad el pasado 8 de noviembre. Durante su discurso, la directiva quiso anticiparse así al probable nombramiento de Guindos como vicepresidente del BCE. Sin embargo, dejaba claro que le echará de menos como ministro: ¿Espero que continúe muchos años en el cargo¿, aseguraba en su intervención.

Y repetía mensaje en la presentación de cuentas anuales de la entidad, celebrada esta misma semana. ¿Sería una gran noticia¿, aseguraba la directiva ante las preguntas de los periodistas.

Antes del 7 de febrero, España deberá presentar su candidato a la vicepresidencia del BCE, si finalmente decide hacerlo. Ya lo ha hecho el candidato irlandés, Philip Lane, gobernador del Banco de Irlanda. 

Parece, por tanto, que los principales banqueros de este país le están dedicando esas cariñosas palabras, a modo de despedida pública. No obstante, sorprende tanto cariño después de unos años muy duros en los que al estrangulamiento por la regulación internacional, se sumaban en España los reales decretos lanzados por el propio De Guindos para `freír¿ a provisiones al sector, en un momento, 2012, en el que la incertidumbre sobre la industria bancaria alcanzaba su punto álgido con el rescate a Bankia.

Precisamente, el consejero delegado de la entidad intervenida, José Sevilla, también ha tenido palabras de agradecimiento para el ministro durante la presentación de resultados anuales. ¿Si Guindos se va finalmente al BCE le echaremos de menos como ministro¿. ¿Sería una gran noticia tener representación española en el organismo europeo, y nadie puede poner en duda los méritos profesionales de Luis de Guindos¿, ha insistido Sevilla.

En el mismo sentido se manifestó María Dolores Dancausa en la reciente presentación de cuentas de 2017 de Bankinter. La consejera delegada de la entidad también aseguró que ¿le echaremos de menos como ministro¿. Y lo hizo apenas unos meses después de asegurar que ¿la banca no es la responsable de la crisis¿, en referencia a unas declaraciones del propio Guindos asegurando que el sector era ¿causa y consecuencia de la crisis y la recuperación¿. ¿Siento no coincidir con el ministro¿, explicaba entonces Dancausa, demostrando el malestar de la industria con las declaraciones del titular de la cartera de Economía.

Mismo mensaje de afecto desde el BBVA. Tanto el presidente de la entidad, Francisco González, como su número 2, Carlos Torres, consideraron que sería un "orgullo" que un español llegara al cargo. Aunque se limitaron a destacar la carrera política del Ministro, sin profundizar mucho más allá. ¿Cualquier español o española que ocupe ese puesto es un orgullo para nosotros. No se entiende que no haya más representación, y espero que esta vez salga bien¿, indicaba González. Por su parte, Carlos Torres, insistía en que ¿sería bueno que tuviéramos una representación española acorde con el peso que el país tiene, y que hemos perdido desde que José Manuel González Páramo salió del organismo¿.

El presidente del Banco Sabadell, Josep Oliu, se ha sumado al resto de los grandes banqueros del país y ha considerado que el ministro de Economía, Luis de Guindos, es un "gran profesional" y le parece "estupendo" si acaba siendo candidato a la vicepresidencia del BCE.

Es más, igual de bien le parecería que aspirase a otro puesto porque "siendo un gran profesional puede optar a muchas alternativas importantes", ha respondido durante la rueda de prensa de presentación de resultados del banco.

LOS DECRETOS GUINDOS

El tira y afloja entre ministro y banca ha sido constante en los últimos años. Por eso sorprenden los halagos, especialmente con las duras críticas que ha vertido el sector sobre las reformas financieras aprobadas por el ministro allá por 2012. En febrero de aquel año, Guindos llevaba a cabo su primera intentona con un real decreto con el que el Gobierno exigía a la banca provisiones por unos 50.000 millones de euros, derivadas de exprimir al máximo las coberturas para el sector inmobiliario en cartera (hasta el 80% el suelo, el 65% en viviendas por terminar y el 35% en las finalizadas). Las entidades financieras también se han visto obligadas a provisionar al 7% los créditos inmobiliarios sanos.

Apenas un mes después, en la misma semana de marzo en la que se anunciaba la nacionalización de Bankia, el Gobierno anunciaba su segunda parte de la reforma, concretada en un Real Decreto ley fechado el 11 de mayo. Esta vez, el Ejecutivo obligaba a la banca a incrementar hasta el 30% las provisiones sobre el crédito inmobiliario sano, calculado entonces en unos 30.000 millones de euros.

De momento no hay nada confirmado. Pero el Gobierno tiene de plazo hasta el próximo 7 de febrero para presentar una candidatura a la vicepresidencia del BCE, como explicó recientemente el propio De Guindos, que se mostró convencido de que el puesto será para España.