Esta tasa del 0,6% es una décima superior a la avanzada inicialmente por el INE, que a finales del mes pasado calculó que el IPC se situaría en enero en el 0,5%.
Estadística señala que en el descenso del IPC de enero ha influido principalmente el abaratamiento de la electricidad, frente a la subida que experimentó en igual mes de 2017, así como la estabilidad de los precios de las legumbres y hortalizas, la bajada del precio de las frutas, y la menor subida de los carburantes.
La tasa interanual de enero es la decimoséptima tasa positiva que encadena el IPC interanual e implica que los precios son hoy un 0,6% superiores a los de hace un año. No obstante, no se registraba una tasa tan baja desde noviembre de 2016, cuando la inflación se situó en el 0,7%.
La inflación subyacente, que no incluye los precios de los productos energéticos ni de los alimentos no elaborados, se mantuvo en el primer mes del año en el 0,8%.
En el primer mes del año, el Índice de Precios de Consumo Armonizado (IPCA) situó su tasa anual en el 0,7%, con lo que disminuyó cinco décimas respecto al mes de diciembre.
En la reducción del IPC interanual de enero ha influido el descenso en más de tres puntos, hasta el -2%, de la tasa de vivienda, motivado por el abaratamiento de la electricidad. En cambio, subieron los precios del gas y del gasóleo para calefacción.
Asimismo, la tasa interanual de alimentos y bebidas no alcohólicas retrocedió cuatro décimas en enero, hasta el 1,3%, por la estabilidad de los precios de las legumbres y hortalizas frente al repunte experimentado en enero de 2017, y por la bajada de los precios de las frutas.
También influyó en la variación interanual del IPC el descenso en una décima de la tasa de transporte, hasta el 1,8%, por la menor subida de los precios de los carburantes en relación a la registrada en enero de 2017.