Así lo consideran los analistas de Flossbach von Storch, que, entre otras cosas, argumentan que el ¿sofocante nivel de endeudamiento¿ de los estados impide de momento un cambio sustancial en las políticas monetarias. Los expertos destacan cuatro motivos para desconfiar de que el mercado se esté preparando para una gran corrección en el mercado.
1. Estos expertos consideran que la economía global seguirá creciendo a un ritmo moderado en el medio y largo plazo. ¿Por lo tanto, aunque estamos inmersos en uno de los periodos de recuperación económica más duraderos de la historia, no necesariamente nos encontramos ante un cambio de sentido¿, aseguran, insistiendo en que si bien el sentimiento de los inversores, que han empezado a descontar una posible recesión, ha ocasionado una estampida de capitales en la renta variable, ¿vemos poco probable que nos encontremos ante un cambio de tendencia inmediato¿.
2. Por otro lado, desde la firma inversora descuentan la posibilidad de que los tipos de interés globales puedan aumentar ligeramente. Sin embargo, se muestran convencidos de que el nivel sofocante de endeudamiento de los estados impide, o por lo menos dificulta, un cambio substancial en la política de tipos de interés a aplicar ¿y, por lo tanto, descartamos un aumento significativo¿.
3. ¿Estamos convencidos de que la reciente presión en los mercados es temporal y que, al igual que en el ¿Flash Crash¿ de agosto 2015, es la consecuencia de una reacción en cadena que ha llevado al pánico generalizado en el parqué¿, aseguran. Los expertos aseguran que parte de la culpa de la corrección estuvo en que muchos inversores que habían favorecido los ETFs en su cartera como la opción más barata para ganar exposición a índices de acciones reaccionaron precipitadamente arrastrados por el miedo y el desconcierto, mientras que por otro, los sistemas de análisis cuantitativo de riesgo y de transacciones automáticos, que tienen una alta exposición a ETFs, agravaron la tendencia bajista.
4. Por último, señalan que en el ámbito de riesgo político se mantienen pendientes de cuestiones domésticas en la eurozona, como por ejemplo las dificultades en la formación de gobierno en Alemania. Sin embargo, aseguran que esta situación no parece haber influido en el sentimiento de los inversores, al menos de momento.