La farmacéutica controlada por los hermanos Gallardo ha remitido esta mañana sus cuentas de 2017 a la CNMV, el regulador bursátil español.
Según la información colgada en la CNMV, Almirall cerró 2017 con unos ingresos de 639,38 millones, un 16,35 % inferiores a los de 2016.
A mediados del año pasado, Almirall se vio obligada a corregir sus estimaciones financieras para 2017 por sus problemas en EEUU, lo que hizo que su acción perdiera casi la mitad de su valor.
En concreto, Almirall ha tenido que afrontar diversos problemas en EEUU, como un uso inadecuado del programa de asistencia al paciente en el caso de su compañía Aqua o la aparición de un genérico que ha hecho la competencia a su fármaco Acticlate, para el tratamiento del acné.
Fuentes de Almirall han explicado a Efe que la compañía ha tenido que provisionar unos 326 millones, en buena parte debido a EEUU, y que eso explica las pérdidas, si bien han insistido en que se ha cumplido con las previsiones comunicadas al mercado.
El belga Peter Guenter lleva las riendas de Almirall desde el pasado 1 de octubre, cuando sustituyó a Eduardo Sanchiz.