La Oficina del Representante Comercial de Estados Unidos (USTR, por su sigla en inglés) presentó una lista que representa unos 50.000 millones de dólares de importaciones anuales que podrían golpear cadenas de suministro de varias manufactureras estadounidenses. La lista abarca desde productos químicos hasta televisores, vehículos motorizados y componentes electrónicos.
La publicación de la lista de aranceles da inicio a un periodo de comentarios y consultas público que se prevé se prolongará unos dos meses, tras el cual la USTR emitiría una "resolución final" sobre la lista. La autoridad programó una audiencia pública el 15 de mayo sobre los aranceles.
El anuncio provocó una rápida amenaza de represalias por parte de la embajada china en Washington. "La parte china recurrirá al mecanismo de solución de diferencias de la OMC y tomará las medidas correspondientes de igual escala y fuerza contra los productos estadounidenses de acuerdo con la ley china", dijo la embajada en un comunicado.
La lista de objetivos de la USTR viene tras la imposición de aranceles por parte de China sobre frutas, nueces, carne de cerdo y vino estadounidenses por valor de 3.000 millones de dólares.
Los aranceles chinos fueron anunciados como represalia contra los nuevos aranceles fijados el mes pasado por el presidente Trump a las importaciones de acero y aluminio.
La lista de la USTR excluyó notablemente muchos productos de electrónica de consumo como teléfonos móviles y ordenadores portátiles ensamblados en China y tampoco incluyó ropa y calzado, lo que provocó el alivio de los minoristas que temían mayores costes para los consumidores estadounidenses.
Incluye televisores de pantalla plana fabricados en China y muchos componentes electrónicos, incluidos los diodos emisores de luz utilizados en productos de iluminación. También abarca vehículos como motocicletas y automóviles eléctricos, piezas de aviones y equipos eléctricos.
El Representante Comercial de Estados Unidos, Robert Lighthizer, había dicho que la lista fue desarrollada utilizando un algoritmo informático diseñado para elegir productos que infligirían el máximo daño a los exportadores chinos, pero que limitarían el daño a los consumidores estadounidenses.
Su oficina dijo que los aranceles se propusieron "en respuesta a las políticas de China que obligan a las empresas estadounidenses a transferir su tecnología y propiedad intelectual a las empresas nacionales chinas".
La agencia agregó que las políticas del gigante asiático "refuerzan la intención declarada de China de apoderarse del liderazgo económico en tecnología avanzada como se establece en sus planes industriales, como 'Made in China 2025'".
China niega que sus leyes demanden transferencias de tecnología y ha amenazado con sanciones comerciales que podrían impactar a la soja, los aviones o el equipamiento pesado de producción estadounidense. La disputa hace temer una guerra comercial entre las dos mayores economías del mundo.