Por Charlotte Greenfield
El gobierno neozelandés de centroizquierda liderado por los laboristas dijo que esta medida no afectaría los 22 permisos de exploración existentes en el país y cualquier descubrimiento de petróleo y gas por parte de las firmas licenciatarias podría traducirse en permisos de explotación de hasta 40 años.
Ardern, que en las ajustadas elecciones del año pasado basó parte de su campaña en la lucha contra el cambio climático, dijo que la decisión era un paso responsable que da seguridad a empresas y comunidades.
"Hemos sido líder mundial en asuntos críticos para la humanidad no teniendo nucleares (...) y ahora podríamos ser líderes mundiales en convertirnos en neutrales en emisiones de CO2", dijo ante estudiantes universitarios en la capital Wellington.
El interés en la exploración petrolera en Nueva Zelanda ha disminuido en los últimos años por el abaratamiento de los precios mundiales del petróleo, con solo una licencia concedida en 2017, frente a las 10 de 2014.
Sin embargo, líderes empresariales y regionales se mostraron sorprendidos con la decisión y dijeron que el Gobierno se arriesgaba a pérdidas de empleo en un sector de 2.500 millones de dólares neozelandeses ($1.800 millones).