La cifra repartida por las empresas españolas entre enero y marzo supone la más elevada en un primer trimestre desde 2014, con un crecimiento subyacente del 8% y un efecto favorable del 13% relacionado con el cambio de moneda, mientras que factores temporales restaron un 19% interanual.
A nivel global, los responsables del Janus Henderson Global Dividend Index señalaron el incremento de los beneficios empresariales como principal motor del crecimiento del 10,2% de los dividendos mundiales, hasta 244.700 millones de dólares en el primer trimestre, cifra récord para este periodo.
En tasa subyacente, el crecimiento de las distribuciones fue del 5,9% interanual, en línea con el ritmo registrado en 2017. Asimismo, el debilitamiento del dólar estadounidense durante todo el periodo analizado implicó que las distribuciones de dividendos denominadas en otras monedas se convirtieran a tipos de cambio más favorables.
Los patrones estacionales en el reparto de dividendos otorgaron mayor peso a Norteamérica en el primer trimestre, puesto que casi todas las empresas realizan distribuciones trimestrales regulares a los inversores. De este modo, el crecimiento subyacente en EEUU fue del 7,6%, alcanzando un récord trimestral de 113.000 millones de dólares (96.247 millones de euros).
En cuanto al resto de regiones, en Europa el crecimiento subyacente se situó en el 3,9%, aunque la apreciación de la moneda única impulsó el crecimiento general al 13,7%, mientras en Japón crecieron un 8,2% en base subyacente y un 16,7% en valores absolutos.
Por su parte, la región Asia-Pacífico, sin tener en cuenta Japón, quedó rezagada en este primer trimestre con una caída de los dividendos del 3,1% en base subyacente y del 2,4% en general.
"2018 ha comenzado con paso firme en el plano de los dividendos", destacó Ben Lofthouse, responsable de Global Equity Income en Janus Henderson, señalando que el crecimiento económico muestra solidez y la rentabilidad de las empresas se orienta al alza, lo que genera flujos de caja que las compañías pueden redistribuir a sus accionistas.
En el caso de EEUU, Lofthouse apuntó que la aceleración registrada en el crecimiento de los dividendos en el primer trimestre puede ser un primer indicio de que las firmas se sienten cómodas devolviendo a los accionistas parte del efectivo que han acumulado, impulsadas por las recientes reformas del impuesto de sociedades.
En cuanto a Europa, subrayó que el segundo trimestre es un periodo importante para los repartos de dividendos, expresando su confianza en que se producirá un número muy superior de sectores y países que contribuirán al crecimiento en comparación con este primer trimestre.
"Es probable que la recuperación económica de esta región se traduzca en una expansión saludable de sus repartos", declaró Lofthouse, confiado en que "los inversores podrán celebrar un nuevo récord para los dividendos mundiales en 2018".