Según datos de Inverco, los fondos de inversión acumulan 26 meses consecutivos con suscripciones netas positivas (9.529 millones de euros solo en lo que va de año). El producto es una firme alternativa para las familias que buscan una rentabilidad mayor a la de los depósitos. Y para acompañar al cliente en este proceso de cambio, las gestoras se esmeran en la búsqueda de talento, provocando idas y venidas que en los últimos años han agitado (y de qué manera) la industria de la gestión de activos. El caso más reciente de esta misma semana ha sido la salida de Metagestión de Javier Ruiz, Alejandro Martín y Miguel Ángel Rodríguez para iniciar una nueva etapa en la gestora Horos AM.
Estos movimientos pueden causar serios trastornos a firmas que tienen en el nombre propio de sus gestores un aval de cara a sus clientes, y que reabren el debate sobre si la figura del `gestor estrella¿ es más un riesgo que una ventaja para estas compañías. La `espantada¿ más sonada de los últimos años fue sin duda la protagonizada por Francisco García Paramés, que en septiembre de 2014 abandonaba Bestinver haciendo saltar por los aires el patrimonio de los productos que gestionaba en la firma de Acciona. Le siguieron en la firma Fernando Bernad y Beltrán Parages, que en 2015 fundaron azValor para seguir su carrera en la industria de la gestión de activos.
Tras dos años en el banquillo por una cláusula de no competencia con su antigua casa, el considerado mejor gestor español de renta variable lanzaba su propio proyecto, Cobas AM. En el camino, Bestinver sufrió lo suyo. En los tres meses posteriores a la salida de Paramés, y según datos recopilados entonces por Morningstar, la gestora vio cómo de sus fondos se esfumaban 2.183 millones de euros, más de un 28% de los activos que mantenía antes de la marcha de su gestor estrella. Uno de los productos que más sufrió la salida fue el Bestinver Internacional, con la fuga de más de 689 millones en ese periodo, lo que supuso una reducción de casi el 40% en el total de sus activos. Sin embargo, el fondo no ha muerto. Hoy, cuenta con 1.646 millones de euros de patrimonio, siendo uno de los más exitosos en el mercado nacional.
Aquel 2014 fue especialmente convulso con otros grandes nombres que decidieron cambiar de vida profesional, dejando en serios apuros a sus antiguas casas. La salida de Bill Gross de PIMCO fue sin duda la más `escabrosa¿, con una avalancha de reembolsos en los fondos que gestionaba el `rey de la renta fija¿, de la que la gestora ha tardado más de tres años en recuperarse. Dentro de nuestras fronteras, Iván Martín decidía abandonar por aquel entonces Santander AM para crear su propio proyecto con Magallanes Value Investors. En este caso, el fondo Santander Acciones Españolas vio como solo en unos meses se esfumaba el 20% de sus activos. Su sucesor, José Antonio Moreno de Espinosa, ha revivido el fondo con una rentabilidad anualizada del 10% a cinco años.
A finales de aquel año, Firmino Morgado también abandonaba la gestión del FidelityIberia para emprender su propio proyecto junto a Renta 4 en W4i, y fichar después por la firma británica Man GLG. De octubre a diciembre de aquel año, el fondo perdió el 30% de su patrimonio, según datos de Morningstar. Fabio Riccelli también ha conseguido recuperar el patrimonio perdido, pero resulta evidente la competencia que Morgado sigue haciendo desde Londres a través de su Man GLG Iberian Opportunities.
Más reciente en el tiempo, en enero de 2017, fue la decisión de Gonzalo Lardiés de abandonar la boutique Alpha Plus, a la que llegó desde el intervenido Banco Madrid, para desembarcar después en A&G. Su Alpha Plus Ibérico Acciones sigue siendo unos de los fondos más destacados de bolsa española, ahora gestionado por Antonio Manzano y Mikel Navarro. Para cerrar el círculo, conviene recordar que Lardiés gestionó durante casi cuatro años, hasta 2007, el fondo Metavalor, que estos días y tras la salida del equipo comandado por Javier Ruiz, se expone a una fuga de dinero que, por habitual en estos casos, no deja de ser peligrosa.
Expertos consultados explican que el problema de estos productos es que las decisiones finales se toman de forma más individual, por lo que los nombres propios significan mucho para los clientes. Es distinto es el caso de firmas en las que la figura de un único gestor no pesa tanto en la evolución del producto, como es el caso de Andbank o Banca March, que desde 2015 han sufrido una fuga de talento excepcional, la mayoría con destino a Diaphanum, la firma ahora liderada por Rafael Gascó, ex directivo de las dos primeras entidades.
Desde SelfBank explican que, de cara al cliente, si el gestor estrella del fondo se va, lo importante es que no cunda el pánico a la hora de tomar la decisión adecuada. ¿Puedes quedarte en el fondo; seguir al gestor saliente o buscar alternativas a ese producto¿, indican. A su juicio, se debe apostar por la primera opción en aquellos casos en los que se confía en la nueva gestión o en que se mantendrá el estilo llevado hasta ahora porque, por ejemplo, el gestor entrante era antes cogestor del fondo. Seguir al profesional saliente en su nueva andadura también es buena estrategia si tiene intención de continuar con su estrategia en una nueva firma, ya sea propia o ajena. ¿Si la decisión es buscar alternativas al fondo, hay que buscar productos con semejante filosofía de inversión y características¿, recuerdan los expertos.