"Las condiciones externas, aunque siguen siendo benignas, pueden convertirse en desfavorables", señaló en un informe divulgado hoy con las conclusiones de la última visita de evaluación al país, realizada durante las dos últimas semanas.

El FMI explicó que los principales riesgos del país son externos, pero sus efectos podrían "amplificarse" por las "vulnerabilidades domésticas persistentes".

El organismo prevé un crecimiento del 2,3 % de la economía en 2018 y aseguró que la meta establecida por el Gobierno luso de marcar el déficit en el 0,7 % es "asequible".

Asimismo, el avance de la economía se reduciría a un 1,8 % dentro de dos años y el ritmo bajaría hasta alcanzar el 1,4 % a medio plazo.

Sobre el presupuesto, remarcó que el plan de ajuste establecido para el quinquenio 2018-2022 es "ambicioso", pero que se debería concentrar en los próximos años, ya que la incertidumbre económica será cada vez mayor a medida que pasan los años.

Por su parte, el Gobierno de Portugal reaccionó al informe del FMI reafirmándose en su empeño en proseguir con su "esfuerzo reformista" y destacó que la mayoría de los riesgos que señaló son "externos".

En un comunicado divulgado hoy, el Ministerio de Finanzas luso recordó que está implementando el Programa Nacional de Reformas, que tiene por objetivo aumentar el "crecimiento potencial" de la economía, así como "consolidar" los progresos conseguidos en los sectores financieros y de trabajo. EFECOM

jgf/pfm/son