Imaz: «Esperamos volatilidad y un suelo de 50-60 dólares por barril en los próximos tres años»

¿Con esta actualización definimos objetivos y métricas más ambiciosas¿, ha confirmado el consejero delegado de la empresa, Josu Jon Imaz. ¿Hemos reformulado nuestro lema, fundamentalmente para introducir el concepto de crecimiento¿, ha añadido en la presentación realizada esta mañana en Madrid.

Imaz ha reconocido que la actualización del plan estratégico lanzado en octubre de 2015 se produce después de que Repsol haya ¿sido capaz de cumplir los objetivos en un entorno de precios bajos¿. ¿Hemos reforzado nuestros fundamentales¿, ha añadido. Imaz se ha referido en concreto a la reducción de la deuda neta, que de los más de 13.000 millones de euros de finales de 2015 ha pasado a los menos de 7.000 millones actuales. Y ha recordado que esta evolución no sólo ha permitido defender el `rating¿ de la compañía, sino que incluso recibió una mejora de la calificación por parte de S&P en 2017.

El consejero delegado de la petrolera ha precisado que en 2017 la empresa fue capaz de bajar el precio a partir del cual se autofinancia hasta los 40 dólares por barril. En este sentido, ha matizado que, pese a que el barril Brent cotiza ahora en torno a los 75 dólares, la compañía no lanza las campanas al vuelo. ¿Esperamos volatilidad en los precios y un horizonte de largo plazo en el que los precios del petróleo no tienen por qué ser altos¿. En particular, ha precisado que esperan un suelo de 50-60 dólares por barril en los tres próximos años.

TRES PILARES

Imaz ha subrayado que la revisión del plan se basa en tres pilares: el incremento de la retribución al accionista, hasta un euro por acción en 2020 desde los 0,90 euros actuales; aumentar la rentabilidad de los activos; y acometer la transición energética que ya está realizando la compañía.¿Todo ello, incluso en un escenario ácido de un barril a 50 dólares¿, ha destacado Imaz.

Con respecto al dividendo, la empresa mantendrá la fórmula del `scrip dividend¿, con lo que dará a elegir a los accionistas si quieran cobrarlo en efectivo o en acciones. Para evitar la dilución de los accionistas que prefieran cobrar en efectivo, Repsol se compromete a recomprar tantas acciones propias como se creen con el `scrip¿.

Imaz ha defendido el mantenimiento del 'scrip' con el argumento de que a los pequeños accionistas de la empresa, que representan en torno al 20% del capital, "les gusta".

Acerca de la progresión de la retribución, que de los 0,9 euros de este año saltará a los 0,95 euros en 2019 y 1 euro en 2020, el consejero delegado ha expuesto que el objetivo de Repsol es contar con una "oferta competitiva" y que por ahora, y pese a que los flujos de caja y el beneficio por acción crecerán al 12% anual hasta 2020 y el dividendo lo hará al 8%, la comnpañía considera que está en condiciones de contar con "proyectos para crear valor para el accionista por otras vías". Y se guarda una baza: la de acometer una mayor recompra de acciones en 2020. Actualmente, con la cotización en torno a los 17 euros, la rentabilidad por dividendo de la petrolera supera el 5%.