El fundador de la firma, Lei Jun, presentó hoy ante los medios en Hong Kong los detalles de la salida a bolsa de 2.200 millones de acciones con la vista puesta "en el futuro" y en el "gran potencial de crecimiento" de la compañía.
Pese a verse reducidas las expectativas sobre su entrada en bolsa en un 40 %, se trata de la opv, (oferta pública de venta de acciones) más grande del mundo desde 2016, que permitirá a Xiaomi entrar oficialmente en el Hang Seng bajo el código 1810 el próximo 9 de julio.
La cúpula directiva de la firma tecnológica china, formada por ocho miembros fundadores, dio los detalles sobre cómo será su entrada en el Hang Seng, para lo cual tienen el objetivo de vender las acciones a inversores globales a partir de la próxima semana por un precio que oscilará entre los 2,20 y los 2,80 dólares por acción.
"Somos una empresa muy rara que puede hacer 'hardware', comercio electrónico e Internet", defendió Jun tras hacer una exhaustiva presentación sobre la meteórica trayectoria de la empresa que el pasado año se convirtió en el quinto proveedor de teléfonos móviles del mundo.
La compañía planea usar parte de lo que recaude en la opv para ampliar sus áreas de investigación y desarrollo y su expansión global, con presencia ahora en 74 países, y en beneficiar directamente a sus fundadores, ya que se espera que Lei ingrese en su cuenta 1.500 millones en acciones.
"Llegamos a un consenso para tomar esta decisión debido a la devoción de Lei en los últimos ocho años, que arrancó la empresa desde cero. Esta es una práctica común empleada por otras empresas y nosotros hemos hecho lo mismo", dijo el presidente y otro de los cofundadores de Xiaomi, Lin Bin.
Sus fundadores tuvieron que rebajar las expectativas de valoración de la empresa entre un 30 y 40 % desde comienzos de año, cuando le dieron un valor estimado de unos 100.000 millones de dólares, tras retrasar su entrada en el mercado de China continental hasta después de su salida a la Bolsa de Hong Kong.
"Nunca dijimos por cuánto nos valoraban", justificó el responsable financiero de la firma, Chew Shou Zi, para añadir que "en los últimos meses, el mercado se ha enfrentado a mucha especulación.
La entrada de Xiaomi llega además bajo nuevas regulaciones puestas en marcha en el Hang Seng con el objetivo de atraer más compañías tecnológicas a medida que se intensifica la competencia entre las bolsas de Hong Kong, Nueva York y China continental, especialmente la de Shenzhen, centrada en este tipo de valores.
Con dos tipos de acciones, las ordinarias y aquellas con derechos de voto ponderado, la compañía con sede en Pekín comenzará a aceptar pedidos de inversores minoristas entre el lunes y el jueves de la próxima semana.
"Alta calidad a la mitad de precio, esta es la teoría en la que insistimos, el significado detrás de este milagro es un gran modelo de negocio", dijo Lei para detallar con cifras el crecimiento de la compañía desde sus inicios en 2010 en Pekín.
Con la fabricación de telefonía móvil como su negocio principal, la empresa ha diversificado su estructura en ocho años hacia otros productos como ordenadores, robots, electrodomésticos o servicios de internet y comercio electrónico.
En 2017 se convirtió en el quinto mayor fabricante de telefonía del mundo y llegó a exportar más de 92 millones de dispositivos, que le permitieron situarse a la cabeza en mercados como China o la India, y escalar hasta la cuarta posición en Europa.
Convertida en 2014 en la empresa emergente o"start up" más valiosa del mundo, tuvo que hacer frente a un receso económico en 2016 que corrigió en 2017 con la apertura de tiendas físicas por todo el mundo que le ayudaron a aumentar sus ingresos un 67,5 % hasta los 18.000 millones y triplicar sus beneficios hasta los 1.900 millones en 2017.
Durante el primer cuatrimestre de 2018, su ritmo de crecimiento aumentó un 89,5 %.
"Somos una empresa muy rara, donde nos hacemos amigos de nuestros usuarios al ofrecerles productos increíbles que compran con total confianza, dándoles muy buena calidad y siendo muy honestos con los precios", dijo Lei, que auguró que la expansión internacional será su gran fuente de crecimiento.
Lei es conocido como el Steve Jobs de China por su similitud en la estética de las presentaciones de sus productos y el diseño de los mismos con los de la compañía Apple.