El ministerio publicó en su página web una extensa lista con los nuevos aranceles que se aplicarán a partir del 1 de julio a las importaciones procedentes de estos cinco países.
Aunque las autoridades han reducido los aranceles a la mayoría de los productos, como pescados y flores, los ha eliminado a la soja, que antes contaba con una carga del 3%.
La medida se produce después de que Pekín impusiera, como represalia a las medidas proteccionistas de la administración de Donald Trump, aranceles adicionales del 25% a productos estadounidenses por valor de 50.000 millones de dólares, entre ellos la soja.
Este producto es clave en la elaboración de piensos compuestos, por lo que el aumento de aranceles a las importaciones procedentes de EEUU amenazaba con incrementar el coste de producción para los ganaderos y el precio final de alimentos como carne o leche.
La escalada de tensión entre las dos mayores economías del mundo se ha intensificado por los aranceles que Washington está imponiendo a las importaciones chinas, a las que Pekín está respondiendo con medidas similares, y ante el fracaso de las negociaciones mantenidas entre ambas potencias para evitar una guerra comercial.
Aunque China siempre se ha opuesto a iniciar una conflicto comercial con EEUU, también ha defendido que tomará medidas para proteger los intereses del país y defender un sistema de libre comercio.