Acodados en un mueble cuyo interior acoge decenas, cientos de libros, la actual ministra de Economía, Nadia Calviño, y su predecesor, Román Escolano. Atento, les escucha y comparte conversación con ellos Pablo Hernández de Cos, nuevo gobernador del Banco de España (BdE), cuya toma de posesión oficial ha dejado este martes una estampa para el recuerdo en los salones de la sede madrileña de la entidad.

Allí, entre autoridades económicas y financieras, presidentes de bancos y economistas, Hernández de Cos se ha presentado en sociedad como el flamante gobernador que releva a Luis María Linde una vez cumplidos sus seis años de rigor en el cargo.

La lista de asistentes es de las que constata la relevancia del acto. Junto a la titular de Economía, la de Hacienda, María Jesús Montero. Y el presidente de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), Sebastián Albella, junto a varios de sus predecesores, como Julio Segura o Manuel Conthe. El exgobernador Miguel Ángel Fernández Ordóñez tampoco ha faltado a la cita. Entre los presidentes de bancos, Jordi Gual, de CaixaBank; José Ignacio Goirigolzarri, de Bankia; Josep Oliú, de Sabadell; o Pedro Guerrero, de Bankinter. También ha estado entre los presentes el presidente de la Asociación Española de Banca (AEB), José María Roldán, y su predecesor, Miguel Martín. El presidente de Bolsas y Mercados Españoles (BME), Antonio Zoido, y su consejero delegado, Javier Hernani. El expresidente de Endesa e Ibercaja, Manuel Pizarro. Y economistas de renombre como Juan José Toribio, Pedro Schwartz o Miguel Sebastián.

"ADAPTARSE SOBRE PILARES SÓLIDOS"

Durante su intervención, el gobernador entrante ha definido dos grandes objetivos para el BdE. "El primero tiene que ver con nuestra inserción [del BdE] en el Eurosistema y en el Mecanismo Único de Supervisión". Lejos de aceptar que la entidad se ha quedado sin atribuciones tras haber cedido la política monetaria y de supervisión al Banco Central Europeo (BCE), Hernández de Cos ha dejado claro que el proyecto de construcción europea ofrece "también una oportunidad" para el BdE, que en su opinión está llamado a tener un papel protagonista en el engranaje de la Eurozona.

En cuanto al segundo, consiste en la "contribución [del Banco de España] a la estabilidad financiera y macroeconómica". Y ha concretado esa aportación: "El verdadero test pasa porque verdaderamente seamos capaces de identificar a tiempo los riesgos y vulnerabilidades, que seamos capaces de alertar sobre ellos y, dentro de nuestras competencias, seamos capaces de actuar para mitigarlos o contribuir de manera decisiva a que se actúe cuando ello corresponda a otras instancias".

Para ello, y sin negar que 'El Banco', como también se conoce a la entidad, "va a tener que adaptarse" a los nuevos desafíos del siglo XXI, ha asegurado que lo hará sobre unos pilares sólidos. En especial uno: la independencia del BdE. "La independencia es condición necesaria para alcanzar los objetivos mencionados y solo ella puede ofrecernos las mayores garantías de éxito", ha defendido.

Junto a este principio, Hernández de Cos ha apelado a la necesidad de que el BdE se guíe por "análisis y decisiones basadas en el rigor intelectual" y de que persiga la "excelencia".

La defensa de la independencia ha sido secundada por la Ministra de Economía, que ha cerrado filas con Hernández de Cos en este terreno. Para Calviño, la independencia es "una cualidad indispensable" para el BdE y para el trabajo que aguarda a Hernández de Cos.

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