El regulador europeo aprobó el pasado 22 de mayo estas decisiones relativas a la protección del inversor --vigentes durante un periodo de tres meses desde la fecha de aplicación, aunque podrán ser renovadas--, estrenando las nuevas competencias de limitación e incluso de prohibición que le otorga la normativa MiFID II, ya que existe una preocupación "significativa" respecto a los riesgos en la comercialización de determinados productos, que considera que han aumentado en una gran gama de ellos.
En concreto, la nueva regulación de la ESMA prohíbe la comercialización, distribución o venta de opciones binarias a clientes minoristas en todo el espacio europeo desde el 2 de julio. Una opción binaria es un derivado en el que se apuesta a la subida o bajada en el precio de activos subyacentes que son cotizados en un mercado bursátil durante un tiempo determinado.
Existen dos tipos de sistemas de inversión en opciones binarias. Por un lado, efectivo o nada, en el que se gana una cantidad si al vencimiento de la opción cotiza por encima de lo pagado o nada en el caso contrario. El otro sistema es activo o nada, por el que se puede ganar el valor del precio del activo subyacente.
De esta forma, la principal característica de este producto es la de intentar predecir si el precio de un bien va a subir o bajar durante un periodo concreto y tan sólo hay dos opciones, ganar o perder todo, de ahí el nombre de binario, y donde las rentabilidades pueden alcanzar grandes sumas.
Por otro lado, el regulador europeo también restringirá, a partir del próximo 1 de agosto, la comercialización, distribución o venta de CFDs. Esta medida implica poner límites al apalancamiento en las posiciones de apertura; una regla de cierre de margen por cuenta; una protección de saldo negativo por cada cuenta; prevenir el uso de incentivos por un proveedor de CFDs; y una advertencia de riesgo específica y firme de manera estandarizada.
Los CFDs son derivados en los que, en realidad, el producto subyacente no le pertenece al inversor, solamente se especula con si su precio subirá o bajará. A diferencia de las formas tradicionales de trading, este producto da la posibilidad de obtener ganancias tanto en mercados a la baja como al alza.
Pero el aspecto más polémico de los CFDs es que es un producto con apalancamiento, lo que permite tener una posición sobre un activo sin desembolsar la totalidad del coste del mismo, simplemente el margen requerido para dicha operación. Esta característica lo dota de un elevado riesgo debido que el inversor puede perder más del capital invertido.
EL 75% DE LOS INVERSORES EN ESPAÑA PERDIÓ MÁS DE LO INVERTIDO
La Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) realizó un estudio a 8.000 clientes --muestra que representaba el 85% del mercado español-- durante casi dos años, publicado en 2015, en el que advertía de que en el 75% de los casos en inversiones en CFDs hubo pérdidas. La media del inversor ascendió a 3.300 euros, aunque algunos llegaron a perder hasta un millón de euros.
"A pesar de la contundencia de la realidad, hasta ahora la CNMV se había limitado a advertir de que los CFDs sólo eran adecuados para clientes con amplia experiencia en mercados volátiles; ahora, gracias a la UE, tendremos una regulación mucho más estricta, que es lo que el mercado estaba reclamando", ha señalado a Europa Press el socio y director del despacho de abogados especializado en derecho bancario Navas & Cusí, Juan Ignacio Navas.
Navas indica que su despacho lleva desde diciembre de 2016 presentando peticiones a la autoridad presidida por Sebastián Albella pidiendo la limitación de la comercialización de los CFDs a los minoristas. "Hemos tardado en ser escuchados, pero finalmente la regulación limitativa ha llegado. Es una buena noticia que llevábamos meses reclamando en defensa del interés minoritario", asevera.
Desde marzo de 2017, la CNMV solicita a las entidades que comercializan CFDs, productos forex, con apalancamiento de más de diez veces, u opciones binarias entre clientes minoristas, que informen expresamente a dichos clientes de que el supervisor considera que, por su complejidad y el nivel de riesgo que tienen, tales productos no son idóneos para su adquisición.
En la misma línea, reclama a las entidades que garanticen que los clientes estén informados al comprar estos productos del coste que tendrían que asumir si decidieran cerrar la posición y que se les advierta de que, debido al apalancamiento, las pérdidas podrían ser mayores que el importe abonado inicialmente al comprar el producto correspondiente. También deben tener una declaración del cliente que permita demostrar que es consciente de que el producto que va a adquirir es especialmente complejo.
"ALGUNOS" 'BRÓKERS' TENDRÁN DIFICULTADES PARA SOBREVIVIR
El analista de XTB, Joaquín Robles, ha manifestado a Europa Press que los 'brókers' más punteros ven estas medidas como algo "muy bueno", ya que logrará que las plataformas que ofrecen apalancamientos "desorbitados" tengan mayores problemas para sostener su modelo de negocio.
En este sentido, Robles destaca que estas restricciones impuestas por la ESMA dotarán al mercado de transparencia y permitirán que todos los 'brókers' jueguen con las mismas reglas, mientras que, desde el lado del cliente, lograrán que no haya una publicidad que pueda hacer creer que este tipo de inversión es fácil o que haya ciertas estrategias que permiten ganar dinero rápido, sino todo lo contrario.
El experto de XTB subraya que "determinados" 'brókers' en España estaban llevando a cabo una mala praxis, ofreciendo apalancamientos "desmedidos" a clientes no especializados, lo que dificultada las operativas y los exponía a riesgos muy elevados. "Esto hará que tengan más complicado llevar a cabo su trabajo, ya que sus clientes no podrán seguir operando como antes con un menor capital", asevera Robles.
En suma, Robles considera que los inversores van a seguir operando igual y asegura que, la inmensa mayoría de los clientes con los que ha hablado en relación a estas medidas, creen que no deberán asumir mayores garantías. No obstante, el analista admite que los volúmenes de negociación podrían verse reducidos, si bien no lo considera una amenaza, sino un beneficio.