"Mientras que las incertidumbres relacionadas con factores globales, incluyendo la amenaza de un mayor proteccionismo, se han hecho más prominentes, los riesgos que rodean a la perspectiva de crecimiento de la eurozona siguen en general equilibrados", dijo Draghi en su comparecencia trimestral ante la comisión de Economía de la Eurocámara.
El jefe del BCE añadió que la institución "seguirá vigilando de cerca los desarrollos" en este sentido.
Draghi recordó que las últimas previsiones macroeconómicas de la institución encargada de la política monetaria europea prevén un crecimiento en el área de la moneda única del 2,1 % en 2018, que se moderará hasta el 1,9 % en 2019 y al 1,7 % en 2020.
Esta fue la primera intervención de Draghi ante la Eurocámara después de que el Consejo de Gobierno del BCE decidiera el 14 de junio poner fin a sus compras de deuda a finales de este año y reducirlas a partir de octubre a 15.000 millones de euros mensuales.
Sin embargo, establecieron que los tipos de interés seguirán en sus niveles actuales al menos hasta el verano de 2019.
En este sentido, Draghi señaló que el BCE prevé que la inflación alcance el 1,7 % en los próximos tres años y, por tanto, la tasa "converja" hacia el objetivo de la institución de lograr un nivel por debajo pero próximo al 2 % a medio plazo.
"Nuestra confianza en el rumbo de la inflación también está aumentando", dijo Draghi, quien señaló que el "rango de incertidumbre" en torno a estas proyecciones "se ha estrechado" y ha aumentado la inflación subyacente desde los "niveles muy bajos que dominaron en 2016".