El 11 de agosto de 2015, Pekín sacudió los cimientos financieros internacionales. Decidió devaluar la divisa china, el yuan, como medida para respaldar el crecimiento del gigante asiático y dar nuevos más en favor de una mayor liberalización del tipo de cambio de la divisa china. Ese día, el dólar se revaluó casi un 2% contra el yuan. Al día siguiente, se estiró otro 1% contra la moneda china.

Hay que remontarse hasta esos acontecimientos, que dieron lugar a un 'agosto rojo' en los mercados, para encontrar una subida diaria superior a la que el dólar está registrando este jueves contra el yuan. El 'billete verde' se aprecia un 0,9% y alcanza los 6,78 yuanes, su cambio más alto en un año.

Esta subida afianza la que el dólar viene registrando en julio, porque en dos semanas acumula una apreciación superior al 2%, y prolonga la de junio, cuando se revalorizó más de un 3%. En lo que va de año, el dólar se aprecia más de un 4% contra el yuan, aunque conviene tener en cuenta que en el primer trimestre de 2018 el 'billete verde' se había depreciado más de un 3% contra el yuan, con lo que su escalada comenzó en abril.

Si unos movimientos tan bruscos entre las monedas de las dos mayores potencias económicas del mundo siempre resultan relevantes, esta vez alcanzan aún más importancia por producirse en medio de la escalada de la tensión comercial entre ambos países. Los aranceles anunciados por parte de Donald Trump amenazan con desencadenar una auténtica 'guerra comercial', y en este contexto la depreciación del yuan se ve como un antídoto ante ese tipo de presiones por parte de la Casa Blanca. "A esta velocidad, la depreciación del yuan pronto habrá anulado el efecto del arancel del 10% a ciertos productos chinos impuesto por Donald Trump", precisa en su newsletter Juan Ignacio Crespo, analista financiero y asesor del fondo de inversión Multiciclos Global de Renta 4.