La abstención de los grupos que apoyaron a Pedro Sánchez en la moción de censura contra Mariano Rajoy hace caer los planes del Gobierno en su primer debate y votación del techo de gasto de 2019, base para la elaboración de las cuentas públicas del próximo año.

En concreto, el límite de gasto no financiero para 2019 y el Acuerdo de Objetivos de Déficit y Deuda Pública de 2019 a 2021 han sido rechazados por 173 votos, 86 abstenciones y 88 votos a favor.

Esa senda de consolidación fiscal flexibiliza en cinco décimas el margen de déficit público para 2019, lo que supone cerca de 6.000 millones de euros más de gasto para las administraciones públicas. En concreto, los objetivos que han sido rechazados por el Pleno del Congreso situaban las metas de déficit en el 1,8% del PIB en 2019, en el 1,1% en 2020 y en el 0,4% en 2021, cuando la anterior senda era del 2,2%, el 0,3% y superávit, respectivamente.

El rechazo a la nueva senda de consolidación fiscal que había sido aprobada por el Ejecutivo ya no será debatida ni votada en el Pleno del Senado y, según la Ley de Estabilidad Presupuestaria, el Gobierno tiene un plazo máximo de un mes para presentar nuevos objetivos que deben someterse al mismo procedimiento.

La portavoz del Gobierno, Isabel Celáa, ha admitido hoy que el Gobierno tendrá que presentar una nueva senda de corrección del déficit público y techo de gasto en un mes, tal y como establece la Ley de Estabilidad.

La ministra de Hacienda, María Jesús Montero, ha reiterado que la negativa del Congreso supone volver a la senda anterior y hurtar los derechos que tienen los españoles, aunque también ha incidido en que no traerán una meta fiscal menos flexible de lo que permite Bruselas, las veces que haga falta para cumplir la ley.

Ha firmado que el Gobierno seguirá trabajando en la elaboración de los Presupuestos de 2019 para intentar llegar a acuerdos y que "cada día los ciudadanos puedan vivir un poquito mejor". Montero ha recriminado a Unidos Podemos su abstención, porque es un "no" y es "ponerse de perfil", y ha dicho que hay que mantener un equilibrio entre las demandas de los ciudadanos y los compromisos con los socios europeos porque "llevar al ánimo de los ciudadanos cosas que no son reales, que no se pueden hacer, es un fraude".

"No es lo que esperan los ciudadanos de las formaciones progresistas de esta Cámara", ha recriminado a Unidos Podemos, tras insistir en que el Gobierno seguirá adelante para ser capaz de construir una mayoría distinta y traer a las cámaras iniciativas para seguir discutiendo.

Montero ha señalado que el Parlamento "transparenta" las posiciones de cada formación y ha dicho que hoy "era el día en que el Congreso debía mandar un mensaje de esperanza e ilusión, y si el Congreso no lo hace, el Gobierno de este país lo va a seguir intentando".

El presidente del Ejecutivo, Pedro Sánchez, apeló ayer a la responsabilidad de los grupos parlamentarios y, en especial del PP, para aprobar esa senda de consolidación fiscal. Pero, el presidente del PP, Pablo Casado, ya anunció el rechazo de su partido. En una rueda de prensa en el Palacio de la Moncloa junto al presidente francés, Emmanuel Macron, Sánchez advirtió de que aquellos que se opusieran a esa senda de déficit se opondrían también a que se reconstruya el Estado del bienestar o la dependencia y a destinar fondos para luchar contra la desigualdad social fruto de los recortes. "Que cada cual asuma sus responsabilidades, el Gobierno va a asumir las suyas y va a ser plantear unos Presupuestos con esta senda de estabilidad o con la anterior, pero el Gobierno lo va a hacer", ha garantizado.

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