Los inversores siguen confiando en los títulos de deuda española, ya que la demanda conjunta en las cuatro referencias subastadas este jueves ha superado ampliamente los 8.500 millones de euros, casi el doble del importe finalmente adjudicado.
En concreto, en el bono a 3 años el organismo dependiente del Ministerio de Economía ha colocado 1.741,40 millones de euros a un tipo marginal del -0,132%, más negativo que la rentabilidad ofrecida en la subasta previa celebrada el 5 de julio, cuando se situó en -0,089%. La demanda ha superado los 2.700 millones.
Por su parte, en el bono a 5 años, el Tesoro ha vendido entre los inversores 655,52 millones de euros, frente a unas peticiones de 2.215 millones, y ha ofrecido un tipo marginal del 0,379%, algo más elevado que el 0,337% de la subasta anterior, que se celebró el 19 de julio.
En la obligación a 10 años, el importe colocado ha alcanzado los 1.568,14 millones de euros y la rentabilidad marginal se ha situado en el 1,439%, también más elevada que el 1,321% ofrecido en la subasta previa que tuvo lugar el 19 de julio. Las peticiones de los inversores han superado los 2.300 millones en esta referencia.
Por el contrario, en las obligaciones a 15 años indexadas a la inflación de la zona euro, de las que se han colocado 539,02 millones, el tipo marginal ofrecido ha sido inferior a la emisión anterior, que ha pasado del 0,325% de la subasta del pasado 1 de marzo al 0,250% en esta ocasión. En este caso, la demanda se ha acercado a los 1.200 millones.
Con la celebración de la subasta del jueves, el Tesoro da inicio al calendario del mes de agosto, cuando realizará una emisión de letras a 6 y 12 meses el martes día 14, mientras que la prevista para el jueves 16 de bonos y obligaciones queda cancelada, como suele ser habitual.