La cifra es superior a la anticipada por los analistas, que esperaban 43.000 millones de dólares de déficit en las cuentas del gobierno federal en el mes pasado.
El Gobierno estadounidense precisó que, en los primeros diez meses de este año fiscal, el déficit alcanzó los 684.000 millones de dólares, lo que representa casi un 21% más que el mismo período del año anterior.
En julio, los ingresos bajaron un 3%, hasta los 225.200 millones; mientras que el gasto se incrementó en un 10 %, hasta los 302.100 millones de dólares.
La Oficina Presupuestaria del Congreso (CBO), un órgano no partidista, proyecta 804.000 millones de déficit para el presente año fiscal, que concluye el 31 septiembre, una cifra que en 2019 alcanzará los 981.000 millones y superará el billón de dólares en 2020.
Estas proyecciones actualizadas reflejan el enorme estímulo fiscal adoptado por el Gobierno del presidente, Donald Trump, ya que incluye la reforma fiscal aprobada en diciembre y que conlleva recortes de impuestos; y la ley de gasto público de marzo, con importantes alzas en el presupuesto de defensa.
El presidente Trump, no obstante, llegó a la Casa Blanca en 2017 con la promesa de reconducir el desequilibrio en las cuentas públicas y reducir los abultados déficit y la deuda federal.
La última vez que el Gobierno federal registró un déficit de 1 billón de dólares fue en 2012, bajo la presidencia de Barack Obama (2009-2017).