Por Antonio Hermosín

El producto interior bruto (PIB) de Japón creció entre abril y junio un 1,9% interanual, y un 0,5% en comparación con el período enero-marzo, según los datos facilitados hoy el Gobierno.

En el primer trimestre del año, el PIB japonés había retrocedido un 0,6% interanual y un 0,2% respecto al último cuarto de 2017, una contracción que puso fin a un ciclo expansivo de dos años, el más largo de la tercera economía nipona desde 1989.

El repunte del PIB supera las previsiones de la mayoría de los analistas y da aire al Ejecutivo encabezado por el conservador Shinzo Abe, quien el próximo mes tratará de ser reelegido como líder del gobernante Partido Liberal Demócrata con su política económica "Abenomics" como principal baza.

El gasto doméstico, que representa aproximadamente el 60% del PIB nipón, fue el principal factor que contribuyó a la recuperación de la economía nipona.

El consumo de los hogares avanzó un 0,7% durante el segundo trimestre del año respecto al periodo anterior y un 2,8% interanual, dejando atrás los síntomas de debilidad que habían lastrado el crecimiento de la economía nacional en el período precedente.

El gasto de los hogares es una pieza clave dentro de la estrategia "Abenomics", que aspira a crear un "círculo virtuoso" de beneficios corporativos, incrementos salariales y subidas de precios para sacar a Japón de su largo ciclo deflacionario.

La inversión de capital corporativo, otro elemento de peso para la economía nipona, avanzó un 1,3% intertrimestral y un 5,2% interanual, alimentada sobre todo por el auge del gasto en equipamiento y en infraestructuras de cara a los Juegos Olímpicos de Tokio 2020.

En cambio, la inversión pública retrocedió un 0,1% respecto al trimestre precedente y un 0,5 % en comparación con el mismo trimestre de 2017.

Las exportaciones, uno de los componentes que más habían contribuido a la prolongada racha expansiva de la economía nacional, continuaron con su buen ritmo y avanzaron un 0,8% interanual y un 0,2% intertrimestral.

Pese al nuevo avance del PIB, persiste la incertidumbre en torno a la economía nipona debido a que esta continúa lejos de alcanzar la meta de inflación fijada por el banco central nipón, fijada en el 2% anual.

En su última reunión sobre política monetaria de finales de julio, el Banco de Japón decidió aplicar ajustes a su agresiva estrategia de flexibilización, que incluye tipos de interés negativos, con vistas a mantenerla a largo plazo ante las dificultades para lograr el objetivo inflacionista.

El propio banco central nipón advirtió de otros riesgos que encara la economía nipona como los cambios en el sistema de comercio internacional, ante el previsible impacto negativo que tendría la aplicación de medidas proteccionistas por parte de Estados Unidos.

"Muchos factores negativos podrían afectarnos, entre ellos las tensiones comerciales entre China y Estados Unidos", dijo hoy en este sentido el viceprimer ministro nipón y titular de Finanzas, Taro Aso, en declaraciones recogidas por la agencia Kyodo.

El avance del PIB nipón no pareció tener ningún efecto positivo la Bolsa de Tokio, que abrió con una ligera caída tras publicarse los datos del Gobierno y posteriormente aceleró su caída hasta rozar el medio punto a media sesión.