Por Daren Butler
Ankara actuó en medio de la tensión entre los dos socios de la OTAN a causa de la detención por parte de Turquía de un sacerdote y otros asuntos diplomáticos, que enviaron a la lira a mínimos récord frente al dólar.
El rebote de la divisa turca hasta 6 liras por dólar fue provocado por las medidas del regulador bancario y por las esperanzas de una mejora de las relaciones con la Unión Europea.
El presidente de EEUU , Donald Trump, dijo el pasado viernes que había autorizado unos mayores aranceles sobre el aluminio y el acero procedentes de Turquía.
Un decreto firmado por el presidente turco, Tayip Erdogan, duplicó los aranceles de Ankara sobre los coches de turismo al 120%, sobre las bebidas alcohólicas al 140% y sobre la hoja de tabaco al 60%. Los aranceles también se duplicaron para bienes como los cosméticos, el arroz y el carbón.
"Los aranceles se aumentaron para algunos productos bajo el principio de reciprocidad, en respuesta a los ataques deliberados de la administración de EEUU contra nuestra economía", dijo el vicepresidente Fuat Oktay en Twitter.
Estados Unidos fue la cuarta mayor fuente de importaciones para Turquía el año pasado, con 12.000 millones de dólares, según estadísticas del FMI. Las exportaciones de Turquía a Estados Unidos el año pasado alcanzaron los 8.700 millones de euros, lo que lo convierte en su quinto mayor mercado de exportación.
La disputa con Washington provocó la caída de la lira a un mínimo récord el lunes, tras perder más de un 40% de su valor frente al dólar este año.
La lira cotizaba a 5,75 por dólar a media mañana del miércoles tras abrir a 5,9350 por dólar, un repunte atribuido a la decisión de un tribunal turco de liberar a dos soldados griegos que afrontaban cargos de espionaje.
Un operador cambiario dijo que este "desarrollo muestra que las relaciones con la UE se podrían recuperar mientras siguen tensas con EEUU".
El regulador bancario BDDK ayudó a este movimiento al reducir el límite de las transacciones de divisas de los bancos turcos con otros extranjeros. La lira ya había rebotado un 8% el martes por una teleconferencia del ministro de Finanzas destinada para dar confianza a los inversores internacionales.
Los mercados han estado preocupados por la influencia de Erdogan en la economía y su resistencia a las alzas de tipos de interés para atajar una inflación de doble dígito.
Erdogan ha dicho que Turquía es objetivo de una guerra económica y ha hecho repetidos llamamientos a que los turcos vendan sus dólares y euros para ayudar a apuntalar su moneda. El martes dijo que Turquía boicotearía los productos electrónicos de EEUU.