Según datos de la Secretaría de Estado de Comercio, los principales compradores de material de defensa español fueron en 2017, por este orden, Alemania (1.213 millones de euros), Reino Unido (949,9 millones), Francia (422), Turquía (301,5) y Arabia Saudí (270).
El 99,74 % de la cantidad invertida por Arabia Saudí fue para la compra de materiales destinados a las Fuerzas Armadas y el resto para la Policía local de un país con el que, en términos generales, España mantiene un déficit comercial histórico, derivado de la importación de petróleo.
La principal inversión de Arabia Saudí en materia militar fue en ese ejercicio la adquisición de un avión de transporte, con un precio de licitación de 55,5 millones de euros, mientras que el resto lo destinó a repuestos para aviones de reabastecimiento en vuelo, y a repuestos y reparables para aeronaves de transporte de fabricación española, y para una aeronave de un programa de cooperación europeo.
Igualmente, compró aviones no tripulados, plataformas portamorteros, granadas de mortero, munición de artillería, equipos de detección e identificación de señales, equipos para un sistema de vigilancia perimetral y elementos ópticos de equipos de integración de sensores para detección y para cámaras de infrarrojos.
En conjunto, y siempre según los datos del informe de 2017 de Estadísticas Españolas de Exportación de Material de Defensa, de Otro Material y de Productores y Tecnologías de Doble Uso, la única exportación realizada a ese país por un importe superior a los 10 millones fue la de un avión, que, junto a sus partes, piezas y documentación, requirió una inversión de 253,7 millones.
Por partidas, los productos más comprados por Arabia Saudí fueron municiones y dispositivos para el armado de los cebos (con una inversión conjunta de 90 millones) y aeronaves y vehículos aéreos no tripulados (98,5 millones).
Durante el año pasado, además, España concedió 27 licencias para exportar material de defensa a Arabia Saudí, por un importe conjunto de 496,25 millones de euros. De esa cantidad, 197,31 fueron para contratos de venta de municiones y dispositivos para el armado de los cebos y 183,75 millones para aeronaves y vehículos aéreos no tripulados.
Además, se concedieron otras 26 licencias, por importe de 21.803 millones, para materiales de doble uso (que se pueden destinar a fines tanto civiles como militares).
Estos datos son anteriores a la firma el pasado julio del contrato entre ambas partes para la construcción por Navantia (en los astilleros de Cádiz) y la venta a Arabia Saudí de 5 corbetas por 2.000 millones de euros.
En términos generales, España compra a Arabia Saudí un 62% más de lo que le vende y mantiene con ese país un déficit comercial de 1.417 millones de euros en 2017, una cifra coyunturalmente elevada a causa del encarecimiento del petróleo y que en cualquier caso es la mitad del que acumulaba tres años antes.
Según datos del Ministerio español de Industria, Comercio y Turismo, durante el año pasado las exportaciones españolas cayeron un 4% como consecuencia de la crisis saudí que aún perdura y quedaron en 2.267 millones.
Por contra, las importaciones aumentaron un 22% debido en gran medida al encarecimiento de petróleo y alcanzaron los 3.684 millones.
Tradicionalmente España ha mantenido un pronunciado déficit con Arabia Saudí, que por ejemplo ascendía a 2.907 millones en 2014 y que se ha ido logrando reducir paulatinamente. En 2016 se quedó en 646, y luego volvió a subir hasta los 1.417 millones.
Durante el primer semestre del año las exportaciones han alcanzado los 1.239 millones de euros, un 9,5% más que un año antes, mientras que las importaciones avanzaron un 25% y quedaron en 2.254 millones, y es previsible que para el conjunto del año vuelva a aumentar el déficit, dado el progresivo encarecimiento del petróleo.