Alemania, Francia, Italia y Reino Unido ya habían declarado la guerra a los falsos fondos de gestión activa. Ahora, España se suma al batallón que sigue las recomendaciones del supervisor europeo ESMA para vigilar que los fondos de gestión indexada no se comercialicen con la etiqueta y las comisiones de los activos.

La Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) asegura en un comunicado que en un primer barrido sobre la industria española de fondos tan solo se ha detectado ¿un número reducido de casos¿ en los que el grado de indexación de los fondos ha llevado al organismo a obligar al cambio de sus documentos informativos, donde se presentaban como de gestión activa. Sin embargo, la actuación va más allá y la institución requerirá que en adelante todos los fondos actualicen en sus informes trimestrales los criterios que justifican su clasificación como activos.

En este sentido, en el apartado de objetivos de política de inversión, cuando se incluya un índice de referencia se deberá especificar si se utiliza en términos meramente informativos o comparativos o si, por el contrario, la gestión esta vinculada a este indicador. En este caso, la documentación básica del fondo deberá incluir también información adicional sobre el grado de libertad de la gestión con respecto a este índice.

Entre las medidas que la CNMV señala como justificativas de la desviación o seguimiento de estos índices de referencia, que se incluyen de "forma generalizada" ya desde el registro de los fondos en España, se apunta a límites de `tracking error¿, correlación, niveles de exposición a emisores que componen los índices y también el rango de sobreponderación o infraponderación con respecto a la referencia.

La información periódica que las gestoras deben enviar sobre sus fondos a la CNMV tendrá que incluir información sobre el grado de discrecionalidad en la gestión realizada durante el periodo, y en el caso de que esté vinculada a un índice, ¿detallar la evolución del fondo en comparación¿ con su referencia.

Con estas medidas, la CNMV busca que tanto los inversores minoristas y profesionales, como las entidades comercializadoras puedan tener en cuenta información detallada ¿relativa al estilo de gestión¿ a la hora de tomar sus decisiones de inversión.