Los comentarios se produjeron antes de la comparecencia del ministro de Economía, Giovanni Tria, en el Parlamento esta mañana sobre los planes con relación al objetivo de déficit del próximo año, situado en el 2,4% del Producto Interior Bruto (PIB). Todo en un clima de presión en contra de este discurso por parte de los mercados financieros y la UE y las críticas del órgano de control presupuestario del Parlamento
Esta meta es tres veces el pronóstico de la anterior administración de centro-izquierda, lo que ha generado críticas desde la Comisión Europea y ha provocado un fuerte aumento en los rendimientos de los bonos del Gobierno italiano.
Tria regresa al Parlamento por segundo día consecutivo después de que el organismo de control fiscal de Italia, la oficina parlamentaria de presupuesto (UPB, por sus siglas en italiano), se negara el martes a validar el plan presupuestario plurianual del Gobierno y dijera que sus pronósticos de crecimiento económico eran demasiado optimistas.
El documento de planificación proyecta metas de crecimiento del 1,5% el año próximo, 1,6% en 2020 y 1,4% en 2021.
Ambos líderes de la coalición gobernante dijeron que no cederían a la presión.
En la radio estatal de la RAI, Luigi Di Maio, líder del antisistema Movimiento Cinco Estrellas, dijo que no "traicionaría" a los italianos cambiando el plan presupuestario.
El líder de extrema derecha Matteo Salvini, en declaraciones a la televisión estatal RAI, advirtió a los "especuladores" contra las apuestas de que el Gobierno rectificará.
Salvini dijo que "algunas grandes instituciones financieras" están "apostando a que Italia va a dar marcha atrás (en el presupuesto). Se equivocan".
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