El Producto Interior Bruto (PIB) de EEUU se ralentiza en el tercer trimestre hasta situarse en el 3,5%, frente al 4,2% que el indicador registró el trimestre anterior. A pesar de la caída, la cifra se sitúa ligeramente por encima del 3,3% esperado por el mercado.
El dato era muy esperado por el mercado, que en las últimas semanas ha dudado sobre el impacto que la retirada de estímulos por parte de la Reserva Federal (Fed) tendrá sobre la evolución económica del país.
El gasto de los consumidores, que representa la mayor contribución al incremento de la economía de Estados Unidos, creció a un ritmo del 4%, lo equivale a 1,8 puntos porcentuales más que en el mismo trimestre de 2017, así como a un aumento de dos décimas frente al trimestre inmediatamente precedente.
El gasto y la inversión del Gobierno se incrementaron un 3,3% entre julio y septiembre de 2018, ocho décimas más que en los tres meses anteriores. Mientras tanto, las exportaciones netas cayeron un 3,5%, el primer descenso desde el cuarto trimestre de 2016, a diferencia de las importaciones, que repuntaron un 9,1%.
Por otro lado, el Departamento estadounidense informó de que los ingresos personales disponibles de los estadounidenses aumentaron un 4,1%, cuatro décimas menos que el trimestre anterior. Asimismo, la tasa de ahorro personal se situó en el 6,4%, frente al 6,8% del segundo trimestre del año.