Por Rubén J. Lapetra, editor Bolsa & Mercados en Finect.

Según los registros del supervisor compilados por Finect, la compañía española pasó de ser uno de los valores estrella en las carteras de los fondos españoles a estrellarse en bolsa pocos días después. El volumen invertido en acciones de DIA pasó de 27 a 60 millones de euros desde el 30 de junio al 30 de septiembre, fecha de corte en la que los fondos informan del estado y composición de sus carteras. La fecha no es baladí puesto que una semana después comenzó el crash bursátil de la compañía española que le ha llevado a perder un 66% de su valor en bolsa; y de cotizar a 2 euros por acción a hacerlo en apenas 70 céntimos.

Fondos de renombre como el Santander Acciones Españoles que gestiona José Antonio Montero de Espinosa o Cobas Iberia de Francisco García Paramés entraron por primera vez en DIA en el tercer trimestre de este año con inversiones testimoniales, pero suficientes como para recibir una inyección de números rojos en sus valores liquidativos. En esta herramienta de Invertia y Finect puedes consultar los principales fondos que invierten en DIA o cualquiera de las acciones españolas más destacadas.

¿Qué ocurrió en octubre para que los fondos tuvieran tan mal ojo? Buena parte de la explicación se encuentra en la bomba de relojería en que se había convertido el accionariado de DIA en los últimos meses con un inversor principal (Fridman) que había contratado un derivado para hacerse con el 14% del capital a un precio inferior al de la cotización, un banco de inversión (Goldman) que reunía las acciones y su vez las prestaba a los bajistas, y un grupo de hedge funds (Marshall, AQR, Citadel¿) que controlaban alrededor del 20% de las acciones de DIA.

El 16 de octubre, Stephan Ducharme (exCEO de X5 Group) y Karl Heinz Holland (ex CEO de Lidl), sus dos ejecutivos de confianza en el consejo de la empresa, pusieron patas arriba la dirección corporativa del grupo con la entrada de un tercer consejero a propuestoa de Fridman, el nombramiento de un presidente en funciones (el propio Ducharme), cancelaron el dividendo y pusieron en marcha de un plan de revisión de las cuentas que han culminado en una presentación de resultados corporativos incompleta.

Pocos días después se resolvió, como estaba previsto y fijado el puzzle de su accionariado. El 19 de octubre, el inversor ruso Mikhail Fridman ejecutó el derivado financiero sobre el 14% de las acciones de DIA que le llevó a tener el 29% del capital de forma directa. El precio de ejecución registrado en la CNMV era de de 3,64 euros frente a los 4,4 euros en que cotizaba en enero de 2018 cuando se contrató.

Ese mismo 19 de octubre, el banco de inversión Goldman Sachs liquidó el 16% que tenía declarado en la empresa y canceló el préstamo del 10% de las acciones de DIA que había cedido a inversores que operan a la baja. Dos semanas después, las posiciones cortas sobre la compañía bajaron de una tacada del 17% a poco más del 13% del capital.