El pulso de las autoridades italianas a la Comisión Europea ¿preocupa mucho¿ en el Banco de España. Así lo ha explicado este martes su director general de Economía y Estadística, Óscar Arce, que señala al país transalpino como ¿el elefante en la habitación de los mercados europeos¿. La amenaza de fondo a la que ha apuntado en el foro `Nuevos retos para la inversión y la creación de valor¿ celebrado en Madrid va más allá de los rifirrafes de los últimos meses. En su opinión, está en el peligro de ¿volver al círculo vicioso de ligar riesgo soberano y riesgo financiero¿.
Aunque Arce ha señalado que la reciente situación de Italia ¿ha tenido hasta ahora un efecto contagio relativamente débil¿, sí ha percibido que el recrudecimiento dialéctico de las últimas semanas ha provocado un repunte de los tipos de interés y las primas de riesgo periféricos, incluidos los españoles. En este último caso, también debido a factores internos de la propia economía y política nacional.
Cataluña sigue siendo un foco más de preocupación para el Banco de España. Su responsable de estudios económicos ha subrayado que ¿el rebrote del tensionamiento político¿ en esta región puede ser la chispa que en cualquier momento prenda un empeoramiento de las condiciones económicas de esta comunidad autónoma y del conjunto del país.
En líneas más macroeconómicas, lo que más preocupa en la institución de la que Arce forma parte es la elevada tasa de paro del 15% que además tiene un elevado componente de desempleo de larga duración. En esta línea, su responsable de estudios ha insistido en que la administración ¿debería revisar sus políticas de inserción que se vienen aplicando y su efectividad¿. Otro punto a mejorar de los que ha señalado: ¿Acercar la productividad de la economía española al promedio europeo¿.
A más a corto plazo, y de vuelta a las tensiones procedentes de Italia, Arce ha puesto el acento en la ¿elevada deuda pública que en fase de recuperación económica apenas hemos sido capaces de rebajar del 100% del PIB¿. En torno a este punto, ha señalado que ¿en algún momento llegará alguna recesión y estar en niveles más bajos haría de España una economía menos vulnerable¿, además de favorecer que la política fiscal pudiera emplearse como amortiguador.
El envejecimiento poblacional, con su imparable efecto sobre la factura de las pensiones ha sido el último de los puntos que Arce ha señalado como riesgo a no perder de vista para medir la temperatura de la economía española. El experto considera que estos focos de incertidumbre han generado ¿un clima de pesimismo¿ que él considera ¿matizado¿ por el hecho de que, aunque las previsiones se revisan a la baja, ¿aún conservan un tinte expansivo¿.
¿Mantenemos un cierto grado de optimismo¿, ha recalcado Arce.