Los resultados empresariales siempre son un buen termómetro del estado de la economía. Más que por lo que han hecho las empresas durante el trimestre, por las previsiones que suelen arrojar de cara al siguiente tramo del ejercicio. Y este 2019, tras los 'profit warnings' de gigantes como Apple, Macys o American Airlines, las cuentas del cuarto trimestre serán seguidas con lupa por el mercado.
Este lunes fue el turno de Citigroup, que inauguró la nueva temporada con unas decepcionantes cifras de ingresos de 17.100 millones de dólares, por debajo de los 17.600 millones anticipados por los expertos. Es cierto que el beneficio de la compañía mejoró notablemente, al dejar atrás los números rojos, pero la caída de sus negocios de banca comercial e institucional no ha gustado demasiado a los inversores.
El sector financiero es precisamente uno de los grandes protagonistas de esta semana, con las presentaciones de JP Morgan y Wells Fargo este martes, a los que más adelante seguirán BlackRock o Goldman Sachs. “Los resultados de los bancos del país deberán recoger el miedo a la prolongación del cierre del gobierno federal y a los efectos de la guerra comercial, que han frenado las inversiones empresariales y las refinanciaciones”, indican los expertos de Andbank.
Aun así, consideran que el sector financiero en su conjunto ha resultado beneficiado del repunte del consumo, que ha hecho crecer los préstamos, por no hablar del posible impacto positivo de la volatilidad en los resultados de las divisiones de trading durante el cuarto trimestre de 2018. Según recoge el diario Financial Times, el crecimiento del beneficio antes de impuestos del cuarto trimestre oscilará entre algo más del 2% para Morgan Stanley. JP Morgan ya ha decepcionado al mercado al incumplir las previsiones de ingresos del consenso por primera vez en más de tres años. Ha sorprendido especialmente la caída del 35% que ha registrado su negocio de renta fija, hasta los 1.860 millones de euros, así como el 17% en renta variable. Su beneficio por acción se situó en 1,98 dólares, frente a los 2,2 dólares que esperaba el mercado.
“En el acumulado de enero-septiembre, el conjunto de las entidades financieras del país presentó crecimientos del 20% y del 5% en beneficio neto e ingresos, respectivamente”, recuerdan los expertos.
CRECIMIENTO... PERO MODERADO
Desde Link Securities indican que, más allá de las cifras, los inversores valorarán más lo que digan los directivos sobre el devenir de sus negocios en un escenario macro complejo, sobre todo en países como China. Los datos recopilados por la firma apuntan a que el beneficio de las compañías del S&P 500 se incrementará un 10,6% en el cuarto trimestre en tasa interanual. “Es una cifra elevada, pero muy inferior a las tasas superiores al 20% a las que han aumentado en los tres trimestres precedentes”, recuerdan.
Por su parte, los analistas de Renta 4 esperan una mejora de ventas del 6% interanual y del 15% en el beneficio por acción de las cotizadas estadounidenses. Y coinciden con el resto de expertos al explicar que “la atención continuará en las guías que presenten las compañías para determinar el calado de los actuales riesgos en su actividad para poder corroborar el atractivo de las valoraciones”.
En este sentido, será clave la presentación de los gigantes tecnológicos. Esta semana le toca el turno a Netflix, que rendirá cuentas al mercado después del cierre de sesión del jueves. Tras la rebaja de previsiones que hace unas semanas presentó Apple, todas las miradas se dirigen al resto de componentes de las FAANG (Facebook, Amazon, Netflix y Alphabet, además de Apple), para comprobar si la desaceleración económica global está impactando también a sus cifras de negocio.
“La ventaja tecnológica de la que disfrutaba EEUU ha perdido parte de su atractivo ante la incertidumbre por el potencial de los beneficios, especialmente en vista del mayor escrutinio normativo”, indican desde JP Morgan AM en su informe de previsiones de 2019.
Los analistas de la firma tampoco prevén grandes sorpresas positivas en las previsiones ya que, a su juicio, “el estímulo fiscal que provocó un subidón intenso en 2018 irá perdiendo fuerza en los próximos trimestres”. Los expertos consideran, de hecho, que las rebajas fiscales podrían haber generado efectos más duraderos en la economía si las empresas hubieran incrementado su inversión. “Sin embargo, y a la vista de la incertidumbre política, están postergando este tipo de decisiones”, advierten desde la gestora.