Mayo, el mes de las flores, se ha acostumbrado a ser también el de las caídas para el Ibex 35. Y lo está acreditando de nuevo este 2019, puesto que hasta la fecha ha cerrado en negativo las cuatro primeras sesiones del mes -este martes se ha dejado un 1% y ha perdido los 9.300 puntos- y ya deja un rastro bajista del 3,5%. 

De mantenerse los 'números rojos', confirmaría el mal comportamiento que le acompaña en los últimos años. Entre 1993 y 1999, mayo solo fue un mes bajista en dos ocasiones. Pero desde el año 2000 lo ha sido en 12 de los 19 mayos consumidos. En este último intervalo, su comportamiento medio refleja una caída del 1,8%; ampliando el foco a todos los mayos del Ibex, su media arroja un salgo negativo del -0,7%. 

El peor mayo de la historia del Ibex fue el de 2012. La crisis de Bankia se abrió entones de par en par, con la salida de Rodrigo Rato, de la que justo este martes se cumplen siete años, y la entrada de José Ignacio Goirigolzarri en la presidencia, y desencadenó el proceso que desembocó en la petición del rescate bancario por parte del Gobierno de Mariano Rajoy. Semejantes acontecimientos hicieron un roto mensual del 13% al Ibex. 

Otro mayo, el de 2010, también dejo un boquete mensual próximo al 11%. Entonces, la causa residió en la irrupción de la crisis del euro, con Grecia como principal estandarte pero con todos los países periféricos, entre ellos España, ya señalados y obligados a emprender reformas y hacer ajustar para tratar de contener el impacto y la fuga de capitales. Comparado con estos descensos, el de 2018, con un mayo en el que el Ibex cedió un 5,2%, no pareció tan grave. 

Por el lado de las ganancias, mayo también ha tenido sus subidas, aunque nunca han alcanzado los dobles dígitos. Los mejores mayores fueron los de 1997 y 2007, con avances mensuales del 6,6%. 

Por ahora, el de 2019 se inclina del bando de los descensos. Nutre así los temores que acompañan a este mes, caracterizado por el famoso aforiso de 'Sell in May', y más en un ejercicio en el que el balance acumulado en los cuatro primeros meses refuerza la tentación de tomar beneficios. Hasta finales de abril, el Ibex ya sumaba un 12%; ahora, y tras los últimos retrocesos, sus ganancias han menguado al 9,3%.